El área de empleo de Cruz Roja cumple 25 años «ayudando a salir de la vulnerabilidad»

El área de empleo se ha convertido en una de las más importantes de Cruz Roja Avilés. Se cumplen ahora 25 años desde que se pusiera en marcha, y en este tiempo se ha ido viendo cómo cambiaba el perfil de las personas que recurrían a ellos, que hoy en día se conforma principalmente de jóvenes sin cualificación, mayores de 45 años, mujeres en situación de dificultad social e inmigrantes. El año pasado atendieron a 294 personas, a las que orientan sobre qué profesión elegir, ayudan a formarse y también a adquirir habilidades que contribuyan a la consecución de un empleo.

«Trabajamos con personas vulnerables que necesitan mejorar su empleo o salir del paro, que a veces no tienen estudios y otras que tienen un buen perfil, pero tienen titulaciones sin homologar», explica Paqui González, técnica de proyectos de empleo. Estos últimos son inmigrantes procedentes sobre todo de América del Sur y, en los últimos tiempos, re Ucrania y Rusia. «La principal necesidad es saber moverse en la búsqueda de empleo», asegura González.

El trabajo con cada uno de ellos es diferente. Primero hay una sesión de ‘recibimiento’, en la que alguno de los nueve voluntarios que colaboran de manera habitual con este departamento mantiene una entrevista de en torno a una hora de duración con la persona, le recoge documentación, y a partir de ahí se estudia su caso y se ve qué es lo que necesita para alcanzar la inserción laboral.

Entre esos nueve voluntarios se encuentra Ana Villarón que, tras jubilarse como docente, hace dos años comenzó a acudir a la asamblea local de la calle Jovellanos. «Quería hacer cosas diferentes a dar clases, y como mi hermana trabaja en recursos humanos y estaba familiarizada, me gustó el proyecto. Ahí llego ‘empujada’ por un compañero de trabajo, un psicólogo que era el orientado del instituto, y ahora vuelven a trabajar juntos.

«Tenemos un voluntario especializado en homologaciones, y lo que hacemos el resto es orientar al resto hacia un sector u otro, ayudarles a elaborar su curriculum, a obtener la vida laboral...», relata. También se diseña un itinerario formativo cuando resulta necesario, bien con cursos propios o derivando hacia otras entidades como el servicio de empleo o la escuela de adultos. «Puede haber cursos de capacitación más largos, y muchas píldoras formativas sobre competencias digitales, derechos...», afirma González. Agradece, sobre todo, la colaboración de las empresas. Algunas, como Asturiana de Zinc, financian un proyecto completo, otras colaboran en la formación y otras acuden a ellos cuando necesitan cubrir un puesto. En el último año se lograron 21 inserciones, sobre todo en los sectores de los cuidados y la hostelería, aunque también el metal, la limpieza o atención al cliente.