«Asturias es campeona en brecha salarial»

Organizada por la concejalía de Igualdad, la cita fue coordinada por la edil de dicha área, Lucía Fernández Ron, y contó con la presencia de la psicóloga Nereida Castro Trancón, de Carmen Escandón García, secretaria de Igualdad de UGT Asturias, y de Ana Belén García Losada, miembro de la Unión Comarcal de CC OO de Avilés. Por espacio de hora y media, las cuatro pusieron de manifiesto las notables diferencias que, en plano laboral, existen entre hombres y mujeres, agudizadas al calor de la crisis del coronavirus.

«Los sectores de actividad más feminizados son los que han sufrido los peores efectos de la crisis», recalcó Castro, primera en intervenir. No en vano, el comercio, la hostelería y, en general, los servicios han sido los más constreñidos por las restricciones para frenar la covid, además de ser aquellos en los que las mujeres son mayoría.

Y es que la pandemia se ha sumado a los problemas tradicionales que arrastra la inclusión de la mujer en el mercado laboral. Tal como Castro señaló, «casi un 90% de las mujeres trabajan con contrato temporal, y un 23% lo hace a jornada parcial».

Por supuesto, las consecuencias económicas son comprensibles, agravadas por el hecho de que «el 87% de las mujeres piden excedencias a tiempo completo cuando tienen que cuidar a un niño, a un anciano o a un familiar con dificultades, y un 90% abandona el empleo».

Esas tendencias, consideradas a nivel nacional, se disparan al estudiar el caso concreto del Principado. «Asturias es campeona en brecha salarial; el salario medio femenino debería incrementarse un 41% en nuestra región, cuando en el conjunto de España tendría que hacerlo un 21%», puntualizó García.

Además, para Escandón el incremento del teletrabajo, fruto de las medidas de seguridad, ha venido a acrecentar las desigualdades, pues «no lo podemos confundir con conciliación familiar». Su temor es que se pueda volver a un escenario de 'doble presencia'; esto es, el supuesto deber de atender no solo las obligaciones profesionales, sino también las domésticas y familiares.

Con todo, las tres coincidieron en definir como posibles soluciones una mejor regulación del teletrabajo, y una mayor transparencia retributiva por parte de las empresas.