«Atacan nuestro colegio por una cuestión de racismo»
Las familias del Virgen de las Mareas se manifiestan contra el cierre del centro para dejar sitio a la Escuela del Deporte
ALEJANDRO L. JAMBRINA
Viernes, 14 de junio 2019, 14:41
Al grito de «¡Nuestro colegio no se cierra!», las madres, padres y alumnos del Colegio Público Virgen de las Mareas se han concentrado este mediodía en la entrada del centro escolar para manifestar su oposición al cierre del colegio para dejar sitio al Centro Integrado de Formación Profesional del Deporte, tal y como anunció a principio de año la Consejería de Educación.
El motivo que se les da para llevar a cabo este cambio es la baja matriculación, pero las familias se niegan en rotundo a que sus hijos tengan que ir a otros centros. «Nuestras familias llevan generaciones viniendo a este colegio y nunca hemos tenido ningún tipo de problema. Son 32 niños matriculados, de los cuales solo uno no es gitano y creemos que atacan este colegio por racismo, nos agrupan aquí a todos mientras que en los colegios de alrededor les sobran niños», denunciaba Ana Belén Jiménez, una de las madres. Tanto su marido como sus cuatro hijos estudiaron en el Virgen de las Mareas «y ahora mi niña pequeña llora cuando le decimos que va a tener que separarse de sus compañeros», lamentaba. Lo cierto es que la mayoría de las familias denuncian que han sido rechazados en otros centros por el hecho de ser gitanos «y este es nuestro único lugar».
Conchi Loza lleva trabajando en el centro como limpiadora y gerente del comedor desde hace veintidós años y ahora teme por su empleo. «No nos dicen nada y nos arriesgamos a irnos al paro», señalaba. Desde la dirección han transmitido que el colegio se mantendrá abierto el próximo curso, pero que el siguiente se instalará el Centro Integrado Profesional del Deporte «y ellos no quieren compartir el espacio con nosotros ni se nos ha comunicado donde nos van a mandar», aseguraba Nadia Rozada, directora del centro. Ante esta noticia las familias mandaron un mensaje claro, «a nosotros nos echarán, pero aquí no se van a hacer actividades deportivas y si hace falta nos encadenaremos a la puerta», gritaban.