«Las aves en la ría están muriendo por culpa de la basura de los pescadores»

«Durante los meses de confinamiento se notó un aumento considerable de especies en el entorno de la ría y ahora estamos viviendo un efecto rebote, una situación que empeora por la cantidad de basura que nos encontramos», afirman desde el Grupo de Ornitología Mavea de Avilés. El motivo lo tienen muy claro. «Allá donde hay pescadores hay basura y en la ría hay varios puntos clave en los que están apareciendo desperdicios, plásticos y útiles de pesca que están afectando considerablemente a muchas especies de aves en plena época migratoria», manifiesta desde César Álvarez-Laó.

Esos puntos negros a los que se refiere el ornitólogo son, principalmente, el entorno del observatorio de Zeluán, el área recreativa de El Arañón y el aparcamiento que hay junto al acceso del astillero. «Ves gente a cualquier hora, incluso en las franjas horarias en las que está prohibido pescar. No les preocupa dejar restos de bebidas y alimentos, montones de sedales y anzuelos por todas partes e incluso excrementos», denuncian desde el grupo.

Además de la evidente contaminación del entorno natural, el principal problema es que muchas gaviotas terminan con sedales atados a las patas o se tragan restos de anzuelos. «Es muy habitual ver pájaros con sedales saliendo de la boca, algunos casos mueren y otros sobreviven, pero ha habido casos extremos», manifiesta Álvarez.

Se refiere al desagradable episodio ocurrido hace unos días en el entorno de la depuradora de Maqua, cuando una gaviota reidora que llevaba un anzuelo colgando se quedó enganchada en un tendido eléctrico durante varias horas, agonizando, hasta que fue retirada por una grúa. «Era horrible ver al animal agonizando y no es la primera vez que ocurre porque no hay un control exhaustivo».

Aparte de esta problemática con los desperdicios y restos de útiles, según Mavea los pescadores ahuyentan a las aves con su presencia. «Se ponen a pescar en zonas en las que lo tienen prohibido y su presencia es del todo perjudicial».

El otro problema que no cesa es el de la contaminación del agua. «Los vertidos siguen siendo relativamente frecuencias y hemos tenido que denunciar la presencia de aceites en la ría en varias ocasiones», aseguran desde Mavea, que no se olvidan del aumento de la mortalidad que viene afectado en los últimos meses a varias especies, por causas que aún no se han determinado.

«Está claro que hay algún tipo de microorganismo nocivo que está matando animales y el Principado no sabe, pero no actúan», aseguran. Por el momento, desde el grupo han encontrado medio centenar de patos muertos, a los que se suman dos petirrojos, una gaviota reidora y una gallineta. «Estamos en cifras mínimas de ejemplares nunca vistas», advierten desde el grupo.