Comienza la rehabilitación del Café Colón de Avilés con las tareas de documentación del inmueble

La licencia municipal también fija algunas condiciones especiales para los trabajos. Así, se matiza que la actividad en la fachada interior del inmueble que da a la plaza Hermanos Orbón no se podrá trabajar los días en los que se celebre mercado semanal o cualquier evento en el recinto. En el resto de jornadas no habrá ninguna limitación.

Además, durante esos momentos de cese de la actividad deberán retirarse todos los elementos vinculados con la obra, salvo los andamios que no deberán presentar ningún riesgo para los usuarios de la plaza.

La gestión administrativa no ha terminado ya que los promotores disponen de plazo hasta marzo para presentar la documentación que defina con detalle las características de las carpinterías que se instalarán en las galerías en la fachada que da a la plaza de la segunda y tercera planta y en los huecos del local que se abrirá en la planta baja.

Además, señala que la zona de obras deberá contar con las habituales medidas de seguridad para evitar accidentes a los peatones, además de respetar anchos de paso en la acera. Si estos no pueden ser de metro y medio, deberán señalizarse recorridos alternativos.

La rehabilitación ha comenzado con la tarea de documentar el estado interior de los edificios anexos. Es una tarea lenta y que se debe certificar por un notario. El objetivo es conocer la situación de los colindantes antes de iniciar los trabajos para poder responder ante posibles imprevistos durante la rehabilitación.

La rehabilitación del Café Colón se hará en dos grandes fases. Una primera de vaciado o desmontaje del inmueble. Son unos trabajos que se alargarán entre cuatro y seis meses y es una de las partes más complejas del proyecto.

No hay que olvidar que el bajo y las dos primeras plantas se construyeron en 1879. En 1905 se levantó su característica terraza y ya en los años 50 del pasado siglo las dos plantas superiores y galerías.

Es decir, épocas muy diferentes en técnicas y materiales disponibles, por lo que, a la hora de iniciar el vaciado, pueden aparecer sorpresas, incluso afectar a las construcciones anexas.

Así, conociendo perfectamente su estado antes de comenzar los trabajos, la dirección de la obra puede saber si eran alteraciones previas a los trabajos o han aparecido a raíz de ellos para actuar de manera adecuada. Además, en todo este proceso participan los seguros de la propiedad y la empresa rehabilitadora, lo que motiva que el trabajo sea minucioso y preciso.

Una vez que se haya vaciado el solar, comenzará la fase de reconstrucción que se alargará entre catorce y dieciséis meses hasta su culminación. En suma, un plazo de dos años para culminar la rehabilitación de un edificio que recuperará todo su esplendor del pasado.