Avilés mantiene el liderazgo del empleo industrial pese a la pérdida de 1.300 puestos en el último lustro

Al cierre del año pasado se contabilizaban en Avilés 4.448 personas afiliadas a la Seguridad Social en alguna actividad industrial de un total de 20.873 empleados registrados. Se trata de un descenso muy importante en comparación con las cifras de hace pocos años. En diciembre de 2020, en plena pandemia, y con prácticamente el mismo número de afiliados totales, había seis centenares más de trabajadores en la industria avilesina. Se contabilizaban entonces 5.084 afiliados en el sector, que han ido a parar a los servicios y, en menor medida, a la construcción.

Si nos fijamos en un año antes, la debacle es aún mayor. En 2019, antes de la irrupción del coronavirus, había 5.774 empleos en la industria local, lo que supone una pérdida de 1.326 puestos en el sector en un periodo de seis años. Por el medio ha estado el cierre de Alcoa, de la planta de Sekurit de Saint-Gobain, el apagado de las baterías de cok de ArcelorMittal y, sobre todo, recortes en las grandes industrias tractoras, que han apostado por prejubilaciones que han llevado a la merma de los empleos efectivos, o la reducción de los trabajadores temporales. También cambios en la producción y la automatización de procesos ha conllevado la reducción de los empleos.

Dentro de la industria, no todos los subsectores se comportan de la misma manera. La metalurgia ha sufrido de manera notable, perdiendo más de un 5% de sus puestos en el último año. Por contra, hay otras que han tenido un comportamiento positivo. Es el caso de la transformación de metales, que sigue generando puestos de trabajo, como también lo hacen la energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.

La tendencia parece clara. Solo la industria pierde puestos de trabajo en Avilés. La construcción ha ido recuperándose progresivamente de la debacle surgida hace ahora quince años, sobre todo gracias al auge de las reformas y rehabilitaciones, mientras que los servicios siguen al alza. Bien es cierto que el sector primario también ha mermado su ocupación, pero en Avilés su peso en el conjunto es anecdótico, ya que apenas ocupa a centenar y medio de trabajadores.

La esperanza está puesta tanto en la futura nueva fábrica de Windar como en aquellas industrias que pudieran instalarse en el suelo de baterías de cok. Si bien ninguno de estos proyectos estará listo a corto plazo.