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La intervención de la portuguesa Rato fue por videoconferencia. MARIETA
«Avilés podría tener un museo de la memoria democrática como ya lo tienen en Portugal»

«Avilés podría tener un museo de la memoria democrática como ya lo tienen en Portugal»

La Plataforma Pro Servicios Públicos reclama a Ayuntamiento y Principado la compra de la Quinta Pedregal para crear un centro «vivo»

BORJA PINO

AVILÉS.

Jueves, 1 de octubre 2020, 00:46

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En la dilatada historia de Avilés, la Quinta Pedregal figura como una suerte de mancha oscura, de deuda por saldar. El emblemático edificio sirvió de centro de retención e interrogatorio para ambos bandos durante la guerra civil, y, desde hace años, son varias las organizaciones que reclaman su conversión en museo de la memoria histórica. Esa reivindicación es el pilar de las II Jornadas de Memoria Democrática 'La Represión en Avilés, Lugares de Memoria', organizadas por la Plataforma Pro Servicios Públicos de Avilés y Comarca, y cuya segunda sesión se celebró ayer en el centro cultural Valey de Piedras Blancas.

La cita, titulada 'El Museo del Aljube, un museo de memoria que deberíamos tener también en España, ¿será la Quinta Pedregal?', sirvió no solo para describir las características del proyecto de la Plataforma, sino también para compararlo con un ejemplo internacional próximo: el del Museo do Aljube de Portugal, dedicado a la represión ejercida por la dictadura de António de Oliveira Salazar. Su directora, Rita Rato Araújo, ofreció por videoconferencia una descripción del proceso por el cual dicho centro se convirtió en el referente cultural que es en la actualidad.

«Para nosotros, es un modelo a imitar, algo que perfectamente podría ejecutarse en la Quinta, aunque, en caso portugués, mediase una revolución victoriosa, y aquí no», asegura Pablo Castañón, miembro de la Plataforma. En mente, como en la de sus compañeros, existe el proyecto de convertir el edificio en un museo 'vivo', «por el que pasen exposiciones, charlas, testimonios...».

A su juicio, el momento presente reúne las condiciones idóneas para que el Ayuntamiento o el Principado se hagan con el control de la Quinta, tras la disolución del Grupo Melca. «Nadie va a querer comprar un edificio que está catalogado como de valor histórico, así que se puede negociar un buen precio con los dueños». La maniobra se antoja urgente para Castañón, pues «será la forma de evitar que lo que ocurrió caiga en el olvido».

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