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Alejandro Varas, en su despacho. LVA
«Con los barcos ocurre como con los coches, los nuevos contaminan menos»

«Con los barcos ocurre como con los coches, los nuevos contaminan menos»

Alejandro Varas, jefe de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Avilés ·

Advierte de la importancia de armonizar la vigilancia medioambiental con la actividad económica de cualquier empresa

C. DEL RÍO

AVILÉS.

Jueves, 19 de septiembre 2019, 00:31

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Al igual que Dulcinea Meijide, directora de Desarrollo Sostenible de Suez España, y que Elena Fernández, jefa de Calidad Integral y Desarrollo de Cogersa, Alejandro Vargas, jefe de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Avilés, hablará hoy en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS de los cuatro pilares del desarrollo sostenible: social, ambiental, económico y político. La cita es en el Centro de Servicios Universitarios, a las 19.30 horas.

-¿Es usted del azote del puerto?

-Ha habido épocas (risas), porque yo soy el que tiene que poner el punto verde sobre la mesa. A veces era ingrato, parecía que hasta molestabas en tu propia 'casa' porque la cultura era otra. Pero en los últimos años, con el apoyo de esta dirección, las cosas han mejorado. Aún así, estoy siempre encima. Antes era todo producción y explotación y se dejaban de lado otros valores que hoy en día son imprescindibles.

-¿Cuánto contamina un barco?

-Uf, es complicado de decir porque depende del barco y del tipo de combustible que utilice. Consumen fuel, aunque hoy en día algunos emplean gas licuado. Pocos aún, la verdad. Desde hace años, la mayoría sí tienen motores alternativos adaptados para entradas y salidas a puerto y para permanecer atracados al ralentí y que sigan funcionando los sistemas de refrigeración. Son motores con emisiones bajas de azufre. De hecho, algunos puertos bonificamos las buenas prácticas ambientales de las empresas navieras. En los barcos ocurre como con los coches: que los de hace treinta años contaminan mucho, pero los nuevos están ya muy adaptados. Tampoco es lo mismo tener un barco atracado que cinco.

-O un crucero.

-El problema es que te llegan 3.000 personas en un barco con sus aires acondicionados, sus residuos... aunque por otra parte dejan beneficios en las ciudades. Algunas como Venecia o Barcelona están desbordadas. Al final, todo va en función de la proporción.

-¿Puede concretar alguna medida de mejora medioambiental llevada a cabo en el puerto?

-La primera que me viene a la cabeza es la mejora de la calidad del agua de la ría. En cuanto a emisiones contaminantes, con el Plan de Calidad del Aire de 2014 ha habido mejoras notables, aunque comenzamos antes con medidas como la instalación de pantallas para evitar la dispersión de partículas o la construcción de viales. También instando a las empresas con las que trabajamos a adaptarse. Al principio son reacias porque es un cambio de cultura y un coste, pero han comprendido el camino.

-¿Cuál es el mínimo impacto ambiental que podría causar una instalación como la portuaria?

-Tratamos de minimizar al máximo nuestro impacto, siempre teniendo en cuenta que no podemos abocar al puerto al cierre. Se trata de armonizar. Los coches y aviones también contaminan. ¿Quitamos los camiones de la carretera? Un buque es, de hecho, el medio de transporte que menos contamina por tonelada, es decir que, mueve más por menos consumo.

-¿Es difícil no caer en la contradicción cuando se habla de ecología y sostenibilidad medioambiental?

-Exigimos mucho a las empresas, pero también debemos preguntarnos qué hacemos nosotros por el medio ambiente. La empresa cumple más que los ciudadanos, que si pudiéramos metíamos el coche hasta la misma playa.

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