El 'furaco' en el alma dejado por Carlos y Mari, de 'El Cafetón' de Avilés
Amigos de la pareja de hosteleros los recuerdan en el primer aniversario de su fallecimiento como les habría gustado: con música y alboroto
«Tenemos un 'furaco' en el alma. Cuando llega cualquier fiesta, el Carnaval o San Agustín, joder cómo se les echa de menos». Megáfono en mano, Enrico Martini puso palabras al sentimiento común que los amigos de Carlos y Mari, la pareja que durante años regentó El Cafetón de Avilés, comparten en silencio. Este martes el silencio se hizo ruido y se plantó cara al duelo con un sentido recuerdo que reunió a varias decenas de los amigos de unos hosteleros que fallecieron hace un año en León.
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El punto de concentración fue la Plaza del Sol, donde abrió sus puertas aquel bar musical y políticamente militante que después se trasladó a la plaza Hermanos Orbón. Reunidos en torno a la fuente de la primera plaza, como hace un año, los amigos de Carlos y Mari respondieron a la petición de un minuto de ruido con aplausos y silbidos jaleados por algún sonido emitido a través del megáfono.
Después, casi en procesión, la comitiva se dirigió hacia la plaza Hermanos Orbón. La mesa reservada en la terraza de Les Aceñes se quedó pequeña para los convocados, aunque lo de menos era sentarse. Cerveza en mano, los asistentes recordaron a la pareja con la música de Enrico Martini y de Toni, de Zona Oscura y de Santo Jueves, con la colaboración en las labores técnicas de sonido de Pepe.
Martini interpretó una canción de La Polla Récords y Toni, 'La del Káncamo', una composición dedicada a Carlos. A la espera de su bajista en Zona Oscura, tenía previsto también interpretar una canción Los Suaves. Esa fue otra de las anécdotas que, todavía un año después, se compartieron entre los amigos de la pareja. Aquel proyecto de grupo tributo a Los Suaves, que tanto gustaban a Carlos. «No duró ni una semana», confesaba Toni. «Nos llamamos 'Lavados con Perlán' e intentamos un concierto pero ese día llovió un montón y tuvimos que hacerlo en el interior del local. Éramos tres miembros y Carlos era uno de ellos».
El homenaje musical aposentó unos recuerdos que con el tiempo se reivindican con fuerza ante la ausencia de ese local y esos hosteleros de referencia.
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