En la confitería Valentín hay momias y ojos sangrientos.

Calabazas y calaveras dan sabor a Halloween

Repostería. Los confiteros de la comarca preparan llamativos dulces para el próximo puente mientras dan los últimos retoques a las decoraciones de sus establecimientos

BORJA PINO

Jueves, 29 de octubre 2020, 00:55

Turrones y mazapanes en Navidad, torrijas y bollos de Pascua en Semana Santa, los clásicos frixuelos del Antroxu avilesino... Pocas son las festividades, religiosas o laicas, que no tiene asociado su propio dulce. Y, a solo un día de la celebración el sábado de la fiesta de Halloween, y a dos del Día de Todos los Santos, las confiterías de la comarca cuentan las horas que les restan para tener a punto la oferta de productos típicos de ambas fechas. Huesos de santo y buñuelos comparten escaparate con vistosas galletas decoradas y llamativos bombones y dulces mientras propietarios y empleados se afanan el ultimar las decoraciones de sus negocios.

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El colorido es la norma, no la excepción, como también lo es el optimismo, a pesar de la situación. Ante unas jornaJosdas de tónica esencialmente familiar y casera, es poco probable que el negocio se resienta. Bien lo saben en la céntrica confitería La Casería, tras casi 45 años de historia. «De momento, la gente responde; hacen bastantes encargos, y como la idea es no salir de casa, lo pueden comer allí», explica la gerente, Rosa García.

Su escaparate es una sucesión de bombones en forma de calavera, huesos de santo de todos los colores, galletas detalladamente decoradas con calabazas de Halloween y sombreros de bruja, 'cupcakes' con forma de ojos y dedos 'sangrientos' de fondant. «En estas fechas, todo se vende bien, aunque lo que más tirón tiene es lo típico: el buñuelo y el huesito de santo», confiesa.

Una dinámica parecida se da en la confitería Valentín, dirigida, desde hace nueve años, por el veterano confitero Marco Martínez. Partidario de innovar en materia de recetas y presentaciones, tras su vidrio, junto a los productos típicos, refulgen 'mousses' de chocolate en forma de calderos humeantes, y galletas de sabores variados con calaveras y esqueletos plasmados sobre ellas. En su caso, el 'fondant' no tiene cabida porque «todo lo hacemos nosotros», explican.

Con todo, hay quienes han decidido esperar hasta hoy para iniciar la producción de dulces. Tal es el caso de la confitería Josmar, en El Pozón, en la que hasta hoy se han centrado en la decoración del escaparate, plagado de telarañas, calabazas de plástico y esqueletos de juguete. «Aquí Todos los Santos gana a Halloween por goleada; lo que más se venden son buñuelos, teresitas de almendra y huesitos», admite la propietaria, Pilar Suárez.

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Muy cerca de ella, ya en Villalegre, Javier Menéndez, de la pastelería Grao, también ha optado por dejar la producción para hoy, a la espera de acontecimientos. «Hay mucha incertidumbre, claro, pero sí creo que no vamos a tener malas ventas», asegura, confiado. Su apuesta clara es el buñuelo, tanto vacío como relleno de chocolate, crema, turrón o o pasta de avellana, tipo Kinder. «Es lo que más nos piden; son más jugosos que otros dulces», asegura.

Y aunque con un enfoque menos orientado a las festividades de esta semana, en la panadería Las Vegas también se preparan para ambos días. «Jugaremos la carta de los buñuelos; la gente responde bien a ellos», señala su propietario, Ángel Fernández.

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