La campaña del percebe de 2019 concluye con malos resultados

El 2019 no ha sido un buen año para los perceberos de Avilés y de San Juan de la Arena. La mala mar, unida a la escasa calidad de los ejemplares y a las restricciones impuestas por el plan de protección de la especie, han condicionado la recogida de este crustáceo, que, a día de hoy, da trabajo a 22 profesionales.

Eloy Sopeña, presidente de la Cofradía de Pescadores de San Juan de la Arena, es uno de los pescadores que se han visto afectados. «Hay muchas zonas restringidas ahora, por culpa del plan, y la mala mar apenas nos ha dejado salir a las peñas», recuerda. Y es que, en la actualidad, la regulación existente permite a cada percebero de La Arena y de Avilés recoger un máximo de seis kilos de dicho crustáceo, cifras que apenas se han alcanzado en la pasada campaña navideña. En el caso de Sopeña, «solo he podido salir dos días, por el mal tiempo, y recogí uno cinco y otro cuatro kilos. Estamos todos igual».

La dificultad, por culpa del mal tiempo, de acceder a las peñas y a los bloques que sirven de criadero a los percebes, ha sido solo uno de los hándicaps. En pleno proceso de recuperación tras décadas de capturas excesivas, los ejemplares disponibles son pequeños y poco rentables. «Sabemos que aquí nunca ha habido percebe de calidad, porque es pequeño, pero lo bueno desapareció todo», señala el presidente de la Cofradía de La Arena. Tanto es así, que «había veces que no merecía la pena salir a recoger percebes, de lo pequeños que están todavía».

No obstante, todos los profesionales del gremio albergan la esperanza de que, en un plazo no demasiado extenso, la población recupere la abundancia y la calidad de antaño. En ese sentido, y pese a la falta de estimaciones oficiales, «creemos que en tres años podremos aumentar el cupo a los ocho kilos que tiene Cudillero, en lugar de seguir en seis; la zona está muy castigada, pero creo que podremos llegar».

En el recuerdo de Sopeña, como de tantos otros, todavía perviven los tiempos en los que el acceso a las peñas era libre, y auténticos enjambres de perceberos se agolpaban para recoger capturas. «Era exagerado, había gente por todas las peñas», rememora. Es por eso, para evitar volver a semejante realidad, por lo que agradece las medidas impuestas por el plan de regulación.

Mientras el percebe recupera los niveles de antaño, a los pescadores de San Juan de La Arena y de Cudillero les queda la angula para sobrevivir. «De momento, dentro de lo que cabe, vamos tirando. No ha sido un mal año, y en noviembre y diciembre llegamos a sacar un jornal», comenta Sopeña. Un sustento que concentra 36 embarcaciones y a 45 anguleros operando desde tierra, repartidos entre ambas poblaciones.