Una cesión anticipada para aprovechar el dinero de la Mancomunidad

A este respecto, el Ayuntamiento aseguró ayer que «los propietarios de los edificios de La Muralla que serán demolidos para generar espacios libres públicos asistieron, junto a su abogado, a una reunión convocada por el Ayuntamiento el 30 de mayo. Asistían 'en representación de...', y nunca dijeron que faltasen propietarios, eso lo manifiestan ahora con las alegaciones, de hecho, el abogado que les representa a todos estaba presente». Además, «la manera en la que fueron notificados no es relevante en este momento, ya que el expediente del estudio de detalle fue sometido a información pública en prensa y BOPA, como se exige legalmente, y es evidente que se enteraron ya que han alegado».

En cuanto al contenido de la reunión, la vecina afectada asegura que «lo más gracioso es que, según testigos, no le ofrecieron dinero. Les plantearon que mi tío ceda su vivienda y que cuando lleguen los fondos europeos, ya se hablaría de dinero». «¿Dónde va a vivir mientras tanto mi tío y con qué lo va a pagar si le tiran la casa y le dicen que cuando haya fondos europeos se vería el dinero?», se pregunta.

El gobierno local defiende, en cambio, que «lo que se les dijo en la reunión es que las cuentas de la reparcelación aún no se tienen -porque es un proceso posterior-, ya que ha de estar el estudio de detalle aprobado para poder definirlas claramente. Al contar con una subvención de la Mancomunidad, se les explicó que para la mejora del entorno de la Muralla, parte de los gastos de urbanización que son repercutibles al ámbito -demoliciones y urbanización de la zona verde de ese entorno- se podrían descontar gracias a esa subvención y que, por tanto, si hiciesen una cesión anticipada para aprovechar esa subvención, -que obviamente mantendría todos los derechos y aprovechamientos que les correspondan- habría más beneficios finales en la reparcelación, al ser significativamente menores las cargas de urbanización».

La propietaria afectada también expresó su malestar sobre los futuros aprovechamientos urbanísticos en el entorno. «Me temo que se podría favorecer a otros inmuebles que estorbaban tanto o más a la iglesia y que ahora no se van a derribar», aseguró, en alusión, entre otros, a un inmueble que albergaba un conocido restaurante.