Cien globos de cinco toneladas y turnos de doce horas para reflotar el 'Serenín'

De momento se ha inspeccionado la zona donde está hundido el pecio gallego cerca de la entrada del puerto de Avilés, en concreto frente a unos acantilados que se ubican entre el faro de San Juan y la playa de Xagó. Ayer se fondearon las anclas y hoy está previsto trasladar a la zona el barco 'Cuico', una embarcación de 22 metros de eslora y 6.05 metros de manga que será el encargado de arrastrar al 'Serenín' una vez reflotado hasta el puerto de Gijón, una maniobra que durará unas doce horas.

Para ese momento aún faltan unos días, ahora se está preparando el equipo necesario para ejecutar la maniobra de reflotamiento. Se están cargando en el 'Cuico' los cien globos de cinco toneladas cada uno que en las próximas semanas se anclarán a los restos del 'Serenín' y posteriormente se hincharán para elevar el pecio lo suficiente para que pueda ser arrastrado sin riesgo de roturas del casco u otras piezas del navío hundido. Esta es una operación compleja, pues el pesquero gallego lleva muchos meses hundido y está muy deteriorado.

La coordinación del operativo se dividirá en cuatro fases diferentes. «El primer paso será preparar los equipos de buceo y localizar los puntos del barco donde se pueden colocar los globos. Lo segundo será preparar la maniobra del hinchado de los globos. El tercer paso es el anclaje de los mismos y el cuarto y último paso es el hinchado y el reflotamiento. La operación se termina cuando llevemos el pecio al muelle de Gijón», explicaba ayer en puerto el coordinador del operativo, Miguel Lorenzo.

«El momento más complicada del operativo será el propio reflotamiento, porque todo está calculado al milímetro con la ayuda de un ingeniero, pero siempre puede haber cosas que no funcionen, aunque nosotros vamos sobrepasados de seguridad y creemos que no habrá problemas», indica Lorenzo.

Cabe destacar que esta operación se debe abordar con precisión quirúrgica, pero con velocidad. Es una cuenta atrás porque el equipo de rescate depende de la climatología para poder llevar a cabo la maniobra y esta se deberá ejecutar en los próximos treinta días u ocurrirá lo mismo que el año pasado. «Si dejamos pasar los meses de verano y entramos en el otoño perderemos una oportunidad perfecta y no es lo que queremos, el pesquero debe salir del agua en esta operación», explicaba ayer Manuel Echevarría, jefe de división de operaciones de la Autoridad Portuaria de Avilés.

En principio se trabajará intensamente todos los días de la semana en turnos de doce horas y tres equipos de trabajo. El único condicionante es el tiempo y el oleaje, «con olas de más de metro y medio o dos metros la operación ya se complica, habrá que actuar cada día según las condiciones de la mar».