El cierre ahora de la costera del bonito «hace un daño tremendo al sector»
Nueva Rula de Avilés subraya que los grandes beneficiados «van a ser los pelágicos, que a partir del día 18 podrán faenar a sus anchas»
J. F. G.
AVILÉS.
Sábado, 11 de agosto 2018, 02:09
Aunque ya se esperaba, la decisión de suspender de forma precautoria la pesca del bonito del norte a partir del viernes 18 del presente mes ha caído como un jarro de agua fría sobre el sector. «No solo hace un daño tremendo a la flota de bajura, también a la parte comercial. Los grandes beneficiados van a ser los pelágicos, que a partir de entonces podrán faenar a sus anchas. Van a terminar con todo, subrayó el gerente de Nueva Rula de Avilés, Ramón Álvarez».
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Tal y como ha recogido este periódico en varias ocasiones, la sociedad que gestiona la venta de pescado en la lonja de Avilés ya había advertido en julio de que de mantenerse el elevado ritmo de capturas la pesquería se iba a cerrar mucho antes de lo habitual, a finales de octubre o incluso en noviembre, por agotamiento de cuota. Y así ha sucedido. El martes se conocía que ya se había consumido el 76 % de las 15.015 toneladas asignadas al Cantábrico Noroeste y el jueves la Secretaría General decretaba el cierre precautorio al estimar que «en pocos días se alcanzará el 100% de consumo de la cuota».
Será por tanto la costera más corta de la historia. En un principio la última subasta se celebrará el lunes 20 ó el martes 21, por lo que previsiblemente una semana después resultará imposible encontrar en las pescaderías bonito del norte con certificado msc, aquel que distingue al capturado con artes artesanales que garantizan la máxima calidad y la sostenibilidad del producto. Es el caso de la mayoría del que se subasta en Avilés, bonito de cacea, pescado uno a uno.
En Asturias se han subastado unas 1.120 toneladas frente a 4.461 en Guipúzcoa
La única posibilidad es que, tal como sugiere el sector, el Gobierno de España consiga mantener viva al pesquería, bien con cargo a la cuota del próximo año, que, dada la cantidad de pescado, podría ser superior a la del actual, o traspasando cuota de otra especie a otro país a cambio de que éste le ceda parte de la suya de bonito. En todo caso cualquier de estas dos vías parecen poco menos que descartadas.
Los pelágicos son barcos de gran capacidad que faenan al arrastre, con el consiguiente deterioro del producto. En su mayoría irlandeses o franceses, pueden faenar a un mínimo de tan solo doce millas de la costa española, si bien tienen prohibido desembarcar sus capturas en ningún puerto del país. A a partir de ahí, nada impide que una vez subastado en una lonja extranjera exporten el pescado, por lo que tampoco se puede descartar que a partir de septiembre este pescado llegue a las pescaderías españoles.
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Al margen de los pelágicos franceses e irlandeses el gran beneficiado del cierre precautorio de la pesquería del bonito es la flota vasca de tanqueo. Si bien se considera un arte artesanal, la capacidad de captura de estos barcos es muy superior a la de cacea, con el hándicap de que al utilizar cebo vivo no pueden faenar a pleno rendimiento hasta que el pescado se acerque a la costa, cosa que habitualmente no sucede hasta bien entrado agosto. Este año no ha sido así. El bonito entró de lleno en el Golfo de Vizcaya a principios de julio, y los tanqueros llevan faenando desde entonces a pleno rendimiento, consumiendo así la parte más importante de la cuota.
A modo de ejemplo, las lonjas de Guipúzcoa llevan subastadas unas 4.461 toneladas frente a las 1.120 de Asturias.
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