Condenado a cuatro años de cárcel por repartir droga en una furgoneta por Avilés

La sección tercera de la Audiencia Provincial ha condenado al acusado de vender droga desde su furgoneta de un delito de tráfico de drogas y ha fijado la pena de cuatro años de prisión y una multa de 4.000 euros. La defensa, a cargo del abogado José García Fernández, solicitó la absolución con el argumento principal de que el registro a la caravana en la que residía se había datado en febrero de 2017 cuando la detención se produjo en febrero de 2019. En los próximos días, decidirán si presentan un recurso contra la sentencia o bien se centran en una estrategia para eludir el ingreso en prisión.

La sentencia judicial considera probados los hechos investigados por los agentes de la Policía Nacional que, en febrero de 2019, establecieron un dispositivo de vigilancia en La Luz después de recibir quejas de vecinos sobre el incremento de la presencia de drogodependientes en la zona.

Al parecer, la desarticulación de un punto de venta de droga en La Magdalena había trasladado al barrio alto el comercio de estupefacientes. En las investigaciones policiales, los agentes detectaron la presencia de un hombre que se valía de una furgoneta propiedad de su exmujer para recorrer la ciudad distribuyendo droga.

Su defensa, sin embargo, rechazó este punto argumentando que la vigilancia policial tan sólo había constatado tres o cuatro operaciones, además de que el dinero incautado no era el que se podría esperar de un narcotraficante.

Además, atribuyó una de ellas (en la que se produjo la detención) al objetivo del acusado de devolver droga a una persona que lo había auxiliado cuando pasaba el síndrome de abstinencia, al que también quería entregar una propina de 25 euros. Sin embargo, para los agentes policiales se trataba de una operación de venta.

El tribunal también descartó otros argumentos a favor del acusado y que expuso su defensa. Así, la caravana en la que residía era de libre acceso y no se tomaron huellas que certificasen de manera indubitada que hubiese manipulado los objetos para el tráfico de droga que se incautaron en la operación.

La sentencia tampoco concede importancia a que la furgoneta no fuese de su propiedad, responsabilizándose de los estupefacientes localizados en su interior y que, según la Policía Nacional, distribuía por la ciudad.