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El acusado, durante su declaración. Alex Piña
«Quería quitarme la vida. Bebí y tomé pastillas», dice el confitero avilesino acusado de matar a su mujer

«Quería quitarme la vida. Bebí y tomé pastillas», dice el confitero avilesino acusado de matar a su mujer

«Tomamos ron cola en casa, entre las once y las doce y tras tomarse la copa Ascensión se acostó», ha explicado Julio Pardo

europa press

Lunes, 8 de enero 2018, 14:08

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El confitero avilesino acusado de asesinar a su mujer en enero de 2016, Julio Pardo, ha declarado este lunes en la Audiencia que no recuerda nada de lo ocurrido la madrugada del 26 de enero cuando supuestamente mató a su mujer, ya que con el ánimo de acabar con su vida tomo "una gran cantidad de pastillas" que mezcló con alcohol.

El acusado, que junto a su esposa regentaba una conocida confitería avilesina, La Duquesita, sólo ha respondido a las preguntas de su abogado, Félix Guisaola. En respuesta a esas preguntas ha indicado que el lunes 25 de enero de 2016 tuvieron una "jornada de trabajo normal" y después de la misma, tal y como solían hacer los lunes salieron a dar un paseo y fueron a cenar a un bar de la calle San Francisco. Después dijo que fueron paseando hasta casa donde tomaron una copa, algo que "hacían raramente", pero sin que se produjese discusión alguna.

"Tomamos ron cola en casa, entre las once y las doce y tras tomarse la copa Ascensión se acostó", ha explicado Julio Pardo, que dijo no recordar si su mujer había tomado alguna pastilla. "Yo estaba muy desesperado y quería quitarme la vida así que en la cocina empecé a beber y tomar pastillas que eran de los padres de mi mujer", ha explicado el acusado que ha asegurado no recordar haber salido de casa, a pesar de que estuvo en una cafetería de una estación de servicio de la ciudad.

Tampoco recuerda el acusado cuantas pastillas tomó, sólo "sabe que fueron de varios tipos y que las cogió y tomó en la cocina", pero no recuerda "exactamente" que más hizo, ni si agotó o no los envases de pastillas, ni nada de lo que ocurrió después. Así ha indicado no acordarse de salir de casa, tampoco de dirigirse al dormitorio ni siquiera de como le trasladaron al HUCA, ni si estuvo o no en el hospital de Avilés.

Ha indicado que tampoco recuerda quien le explicó todo lo ocurrido y ya después, una vez en Villabona ha dicho que tubo que ser tratado porque seguía sintiendo ansiedad y ganas de quitarse la vida.

A preguntas de su abogado ha relatado que conoció a su mujer a los 20 años, cursaron juntos estudios universitarios, fueron a vivir juntos a un piso de sus padres en 2005 y se casaron en 2008. También ha contado como se hizo cargo de la pastelería familiar cuando sus padres se jubilaron junto a su mujer "llevando el negocio de manera conjunta".

Ha relatado como el negocio iba cada vez peor por la situación de crisis y otras circunstancias lo que "les llevó a buscar soluciones y mirar otras salidas de manera conjunta". "Teníamos las mismas ideas, pensábamos lo mismo, pero estábamos atados por la situación económica", ha explicado el acusado.

Sobre las relaciones de su mujer con sus padres, el acusado ha asegurado que "las relaciones no eran buenas entre ambos y fueron empeorando con el paso del tiempo", llegando incluso un día a producirse una agresión en marzo de 2015" por parte de su padre a su mujer. "Yo rompí entonces la relación con mis padres y cambie incluso la cerradura", dijo el acusado que aseguró que "su mujer tuvo que acudir al médico de cabecera por problemas de nerviosismo".

Ha asegurado que "nunca tuvieron problemas de convivencia" y también ha indicado que el tenía una buena relación con sus suegros que a veces incluso dormían en su casa.

El juicio, que se celebra con jurado popular, se ha iniciado este lunes y se prolongará hasta el miércoles. Julio Pardo está acusado de un delito de asesinato y tanto la Fiscalía como las acusaciones particular y popular, ejercida esta última por la asociación Abogadas por la Igualdad, solicitan una pena de 25 años de prisión y diez años más de libertad vigilada. También se pide que el acusado indemnice con 100.000 euros al padre de la víctima y con otros 100.000 euros a la madre, y con 50.000 euros a cada uno de sus cinco hermanos, más los intereses legales.

La fiscal, Verónica Pérez, ha considerado que el acusado actuó de manera "brutal" con el fin, no solo de acabar con la vida de la víctima sino también con la intención de causarle el máximo dolor y sufrimiento posible. Algo en lo que coincide tanto la acusación particular ejercida por María Martín en representación de los padres de la víctima como por María Pérez, de Abogadas por la Igualdad.

Su defensa, ejercida por Félix Guisasola, pide la libre absolución al considerar que "Julio es inocente por mas que haya pasado meses en prisión" y considera además que "en modo alguno se está ante un caso de violencia de género", porque "no mata a su mujer por ser mujer ni por maltratarla, sino que por ser la persona que convivía con él".

"Es un hecho que Julio mató a su mujer, pero no sabemos por qué", ha dicho la defensa del acusado que ha defendido que se trataba de una pareja bien avenida con "una relación perfecta" y con sólo un problema "económico grave" pero sin apenas discusiones. Ha explicado que ante esa situación económica grave su defendido "decidió quitarse la vida y en ese momento también se la quitó a su mujer".

Los hechos que se juzgan sucedieron el lunes 25 de enero de 2016, cuando el acusado y su esposa, aprovechando que el martes su negocio permanecía cerrado por descanso semanal, acudieron a cenar a un restaurante de la calle San Francisco, de Avilés, regresando a su domicilio en torno a las 23:00 horas. Una vez allí, tras conversar durante un rato, la víctima se acostó.

Según el Fiscal, sobre las 04:00 horas ya del día 26, el acusado se dirigió al dormitorio conyugal y, encontrándose su mujer dormida, sin mediar palabra, de forma súbita e inesperada, le propinó, con una llave inglesa, numerosos golpes en la cabeza, dejándola inconsciente. Aprovechando esta situación de aturdimiento, que eliminaba cualquier posibilidad de defensa de la mujer, el acusado continuó golpeándola reiteradamente, fundamentalmente en la cara, provocándole un politraumatismo craneoencefálico severo que determinó su fallecimiento.

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