Una de cada cuatro denuncias por la ordenanza de animales fue porque el dueño no controló al perro
En el primer año completo de vigencia de la nueva normativa, la Policía Local levantó 82 actas, sólo cuatro por no recoger excrementos
La ordenanza municipal reguladora de la tenencia, protección y bienestar animal entró en vigor a finales de agosto de 2022, por tanto, el año ... pasado fue el primer ejercicio completo de su aplicación y, a tenor de las cifras de infracciones detectadas y dado que en Avilés se contabilizan más de 12.000 perros, se puede decir que la gran mayoría de los propietarios cumplen con sus responsabilidades, ya que la Policía Local formuló en 2023 sólo 82 denuncias. Además, algunas de ellas recayeron sobre las mismas personas, ya que incumplían en el momento de ser denunciados varias de las obligaciones que tienen como propietarios de perros.
La que más veces se vulneró fue la de no ejercer el control suficiente sobre el animal. Hasta en veinte ocasiones los agentes de la Policía Local localizaron a una persona con su mascota incumpliendo esa parte de la normativa local. Las infracciones que le siguieron en número fueron la de llevar a su perro de raza potencialmente peligrosa sin bozal y la de no tener identificado al animal. La primera fue causa de apertura de dieciocho expedientes sancionadores, y otros cuatro más porque no tenían tampoco la licencia obligatoria para este tipo de animales; mientras que por la segunda se firmaron diez multas.
Pasear por la calle o los parques con el perro suelto o estar con él en zonas de juegos infantiles, otras dos cuestiones que prohibe expresamente la ordenanza municipal, se sancionaron en 2023 en siete y seis ocasiones, respectivamente.
Este tipo de infracciones son leves, según se indica en la normativa, lo mismo que no recoger los excrementos del animal, que el año pasado fue objeto de sanción en sólo cuatro ocasiones.
La Policía Local también abrió expedientes sancionadores por incumplimiento de otros aspectos regulados como dejar a la mascota en el interior de un vehículo, un lugar sin ventilación, durante más de media hora o negarse a facilitar a los agentes la documentación del perro.
Las multas en estos casos pueden ser de hasta 750 euros, si bien en la graduación de la sanción se tiene en cuenta cuestiones como la importancia del daño causado al animal, el grado de intencionalidad o la reincidencia en la comisión de infracciones.
En este sentido, según los datos facilitados por el Ayuntamiento, uno de los denunciados cometió la misma infracción hasta en cinco ocasiones.
Más grave
Dentro de los incumplimientos de la ordenanza de tenencia de perros que se registraron el año pasado también hubo cuatro que fueron graves, es decir, que las multas pueden ser de hasta 1.500 euros. Dice la nueva normativa que el abandono animal es una infracción grave, y se puede considerar abandono si el propietario no denuncia la pérdida del mismo en 48 horas. Pues bien, la Policía Local tramitó dos denuncias por esto y otras tantas por impedir la movilidad, algo que la ordenanza también tipifica como grave.
Aunque se califica como infracción leve, el año pasado se llegaron a instruir diligencias por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en uno de los cuatro casos en los que la Policía Local denunció el mal estado del animal bien por las condiciones del lugar en el que estaba o por el número de animales que allí estaban suponiendo un riesgo sanitario o molestias o peligro para las personas.
Con estos datos, el concejal de Medio Ambiente, Pelayo García, reflexionó sobre que las infracciones que tuvieron un mayor número de denuncias e hizo un llamamiento a que los propietarios «tengan unas actitudes cívicas para que sea compatible el hecho de tener animales con el resto de derechos que tiene la población en general». En su opinión, «tener una mascota es un hecho muy positivo que redunda en el bienestar colectivo de la sociedad y en el familiar de cada una de las personas poseedoras, pero todos debemos ser conscientes de que tenemos unas obligaciones que cumplir en cuanto al cómo se comportan nuestras mascotas en los espacios públicos, que son de todas y de todos».
En todo caso, el responsable de Medio Ambiente destacó que la mayor parte de los ciudadanos tienen un comportamiento modélico en el cuidado de sus mascotas y en el cumplimiento de las obligaciones cuando están en espacios públicos. «A lo largo de 2023 no hubo infracciones excesivas en cuanto a, por ejemplo, la recogida de excrementos u otros incumplimientos más graves que afectan a la vía pública. Esto quiere decir que las personas que tienen mascotas tienen una actitud cívica, en su mayoría son responsables y conscientes de cuáles son sus obligaciones y responsabilidades como dueños de mascotas. Son conscientes de que la tenencia de mascotas debe ser compatible con los derechos del conjunto de la sociedad», dijo.
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