«Detrás de una actuación urbanística en Avilés hay un porqué y es la salud»
El concejal Pelayo García se remonta a la década de los ochenta del siglo pasado para explicar los cambios en Avilés en el Día Mundial de la Salud
Si con el boom del vehículo de uso particular, el coche tomó las calles, décadas después hubo que repensar el urbanismo de unas ciudades en ... las que se había desplazado al peatón. Urbes como Avilés sumaban, además, una industria siderúrgica muy contaminante que no sólo provocaba una alta incidencia de enfermedades respiratorias sino titulares en los medios que no ofrecían la mejor imagen de la ciudad. Dos de ellos fueron escogidos ayer por el concejal de Servicios Urbanos, Movilidad, Medio Ambiente y Participación, Pelayo García, para explicar y justificar una serie de cambios que, como previamente advirtió la arquitecta Mariela Fernández-Bermejo, «siempre generan contestación social». En el caso de las últimas peatonalizaciones, van en la línea con los modelos europeos en los que se pone en el centro del urbanismo a la persona. O, dicho de otra forma, «detrás de una actuación urbanística en la ciudad hay una motivación, hay un porqué y es la salud», aseguró García.
El edil explicó la transformación urbanística de la ciudad en el marco de las jornadas 'Avilés: salud y cuidados en todas las políticas', organizadas ayer y hoy por la Concejalía de Ciudad Saludable con motivo del Día Mundial de la Salud. La concejala Ana Suárez Guerra y el gerente del área sanitaria III, Miguel Javier Rodríguez Pérez, recordaron en la inauguración que la salud debe estar presente en el diseño de todas las políticas públicas. «Estamos acostumbrados a vincular la salud sólo a la sanidad y eso es un error. Sólo el 10% de lo que aporta salud a una persona proviene del sistema sanitario», señaló la concejala de Ciudad Saludable.
Sobre esto ahondó Nadia María García Alas, del servicio de Salud Poblacional de la Dirección General de Salud Pública del Principado, que se refirió al conocido como 'Informe Lalonde' (1974), según el cual hay cuatro determinantes en la salud de una persona y no todos tienen el mismo peso. Al sistema sanitario le corresponde un 10%, al medio ambiente, un 20%, a la carga genética, un 30%, y al estilo de vida, un 40%.
La realidad es que hay un «desfase en la asignación de los recursos y a la prevención no le corresponden tantos como a la asistencial porque los beneficios no son a corto plazo». Además de la salud, las políticas deben tener en cuenta las desigualdades en función del contexto socioeconómico y la equidad.
La arquitecta Mariela Fernández-Bermejo, especialista en estrategia urbana, señaló como uno de los retos del siglo XXI «cómo diseñamos las ciudades, las rediseñamos y regeneramos para que la población sea más feliz» Y, en su opinión, ciudades medias como Avilés tienen una gran ventaja: «que todavía permiten una buena calidad de vida».
Explicó que hay que diseñar «espacios que fomenten la inclusión de las personas mayores, de las personas con discapacidad, la intergeneracionalidad y la integración cultural de los nuevos habitantes» y se refirió también al concepto que existe de inseguridad en la ciudad «que yo creo que es falso». «Cuanta más gente haya en la calle, más segura es. La tendencia a usar la calle como el salón de nuestra casa es fundamental», indicó.
Las intervenciones previas pusieron el contexto para que el concejal Pelayo García exhibiera los cambios acometidos en Avilés y los justificara conforme a esos estudios y tendencias explicados por las ponentes anteriores. Tras una breve referencia al tráfico y la contaminación de los años ochenta, saltó a los noventa y a la plantación «desmesurada» de árboles en la ciudad como forma de contrarrestar esa polución «sin tener en cuenta cómo iban a crecer».
El siguiente saltó fue a 2020 y a las peatonalizaciones acometidas tras la pandemia y ahora se está en la cohesión de los barrios con el centro.
La movilidad sostenible y los carriles-bici pendientes de habilitar en la ciudad
Se habló de contaminación, de tráfico, de ruido..., pero la limitación del tiempo por ponente no permitió profundizar en algunas inquietudes como la movilidad sostenible que al fin de la mesa sobre 'Urbanismo y salud' verbalizó el público. ¿Por qué ha quedado aparcada la construcción de un carril bici? preguntó una asistente, que además remató añadiendo que es una tema que «sale cada elección y no me creo tenga un costo tan enorme» como para descartarlo.
El concejal de Servicios Urbanos, Movilidad, Medio Ambiente y Participación, Pelayo García, señaló que había sido uno de los debates mandato anterior era conectar La Carriona-Miranda con Los Llaos y «se construyó el carril bici». Respecto al del puerto, que está recogido en el Plan de Movilidad Urbana, «se está trabajando el encaje». Porque, como recordó la interviniente, tras la reforma del paseo de la ría se eliminó el carril bici que había y ahora en cambio hay una acera de trece metros por la que no se puede pasar en bicicleta.
«Hoy en día no se tienen en cuenta actuaciones sin carril bici», aseguró el concejal, que de hecho se refirió a la intervención urbanística en marcha en la calle de Río San Martín, que contempla un carril bici, para avalar su afirmación. Además, «desde que velocidad genérica se sitúa en 30 kilómetros por hora, por más que haya incumplimientos», es más fácil de llevar a cabo y de ser asumido por el resto de los conductores. Sin embargo, dio a entender que no habrá red de carril bici en toda la ciudad porque «hay determinadas vías que no son de titularidad municipal», por ejemplo, la calle de Gutiérrez Herrero o la avenida de los Telares. «Si fueran de titularidad municipal sería relativamente sencillo hacerlo», aseguró.
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