«Me dijo que tenía un juguete muy grande para mí»

«Salí corriendo escalera abajo y me quedé escondida, asustada». Siempre según su relato, trató de atraerlo hacia el piso de abajo «para encerrarlo». Él logró agarrarla de la chaqueta, pero ella se zafó y salió a la calle tras encerrarlo con llave. Desde fuera, llamó a la Policía Nacional.

Cuando llegaron los dos agentes se encontraron a la víctima con su madre en el exterior y el hórreo vacío. En la sala de vistas explicaron que vieron a alguien merodear por la zona mientras tomaban declaración a la víctima, que en ese momento se encontraba ya acompañada por su madre. Intento huir cuando vio a los agentes, pero estos lograron darle caza. Cuando le preguntaron qué hacía por allí, no supo dar una explicación convicente.

La mujer explicó que tras lo sucedido, se fui a vivir con su madre y no regresó al hórreo hasta que sus hermanos colocaron unas verjas en las ventanas.

La Fiscalía mantuvo su acusación de allanamiento de morada y abuso sexual, por los que pide nueve meses de prisión. La defensa pide la absolución al entender que no hay pruebas concluyentes y que en los tres relatos de la víctima (a los agentes, en comisaría al día siguiente y en sede judicial en fase de instrucción) hubo variaciones.

El juicio ha quedado visto para sentencia.