El envejecimiento resta en Avilés cuatrocientos habitantes al año y la emigración otro centenar

Es la misma tónica que se ha venido manteniendo en los últimos años y parece no tener freno. Asturias tiene un índice de envejecimiento muy superior al de la media española, que ronda el 19% cuando en el Principado se acerca al 25%, y en la comarca avilesina es ligeramente superior. Cerca del 9% de la población tiene más de 80 años y apenas nacen niños, desde luego no los suficientes para compensar la elevada cifra de fallecimientos.

El declive poblacional, no obstante, tiene más motivos. En números, un importante porcentaje tiene también que ver con los movimientos migratorios: más avilesinos abandonan la ciudad para irse a vivir a otros lugares que foráneos se instalan en la ciudad. El saldo aquí también es negativo. Los datos de Sadei hablan de 83 salidas hacia otros concejos asturianos y 27 fuera del Principado. En resumen, otros 110 habitantes perdidos por mudanzas.

Sus destinos son casi siempre los mismos. Salvo casos puntuales, los avilesinos que dejan la ciudad para irse a vivir fuera se reparten principalmente entre cuatro concejos: las dos ciudades más grandes, Oviedo y Gijón, y dos de los concejos limítrofes, Castrillón y Corvera. Son el destino de alrededor de novecientos avilesinos cada año y se reparten a partes casi iguales.

El atractivo de Oviedo y Gijón está claro: son ciudades de mayor tamaño y, por tanto, con mayores oportunidades, no solo laborales. Estas dos localidades son el principal destino no solo de habitantes avilesinos, sino de prácticamente todos los concejos asturianos. Los movimientos a la inversa también se producen, pero en menor medida. El último informe sobre 'Movimientos migratorios en Asturias' habla de 211 avilesinos emigrados a Gijón. El viaje en dirección contraria lo emprendieron, en cambio, solo 116 personas. La comparativa con Oviedo es muy similar, y frente a la salida de 179 avilesinos hacia la capital, la ciudad registró únicamente la entrada de 122 ovetenses.

Lo que sí dejó de notarse ese año fue la pérdida de población de Avilés en beneficio de Castrillón y Corvera, hasta el punto de que los movimientos en el seno de la comarca han quedado muy equilibrados, cuando hasta ahora eran habitualmente negativos para la ciudad. Entre los tres concejos se movieron ese año alrededor de un millar de personas para que, en cifras absolutas, las cosas se quedasen más o menos como estaban.

El flujo de salida desde Avilés hacia Corvera y Castrillón tiene mucho que ver con la escasez de oferta de vivienda nueva en la ciudad y los elevados precios de esta. Las parejas jóvenes llevan años decantándose por Los Campos o Piedras Blancas, donde también ha gozado de éxito la vivienda de segunda mano, que igualmente resulta más barata que en el centro de Avilés.

El fenómeno se repita, aunque a menor escala, en otros concejos limítrofes o cercanos como es el caso de Gozón o Soto del Barco, que también registran un número similar de entradas y salidas. Llama la atención, por contra, el caso de Pravia. El número de habitantes de ese concejo que llegan a Avilés es cuatro veces superior al de aquellos que abandonan la villa del Adelantado para irse a vivir a la de los 'cuervos'.

El saldo migratorio es negativo no solo en Avilés, sino en toda la comarca. Si Avilés perdió 110 habitantes por esta causa en 2016, a Castrillón le sucedió lo propio con otros 57, a Corvera con 43, a Illas con 8... En el conjunto del Principado, son pocos los concejos que registran más entradas que salidas, con Gijón y Oviedo a la cabeza y por ese orden. En el resto las cifras positivas son casi anecdóticas salvo algunos casos como los de Llanes, Cudillero o Siero. En cuanto al saldo vegetativo, todos los concejos asturianos pierden población. Solo Santa Eulalia de Oscos se mantiene y Santo Adriano gana un habitante. En total, por esta vía, Asturias perdió cerca de 7.000 habitantes en tan solo un año.

Si en Avilés la diferencia entre defunciones y nacimientos fue de 429 personas, en Corvera se perdieron por esta vía otros 39 habitantes y en Castrillón 64. Entre los municipios que peor balance registran está Gijón, a la cabeza con 1.623 muertes más que nacimientos. Le sigue Oviedo con 699 y en puestos de cabeza se encuentran también algunos municipios de las cuencas como Langreo, Mieres, Laviana o San Martín del Rey Aurelio.

La crisis demográfica parece imparable, y entre los habitantes que se pierden por el envejecimiento de la población y los que se van a vivir fuera, la población avilesina decrece una media de entre seiscientos y setecientos habitantes al año, lo que equivale a una pérdida de un 1% de su población.