La espera media para las consultas de cirugía y traumatología se dispara en el San Agustín

Los cerca de 1.200 pacientes del Área Sanitaria III que esperan a ser atendidos por un traumatólogo del Hospital Universitario San Agustín tardarán una media de cuatro meses en ser llamados a consulta. Exactamente, 123 días, según los últimos datos oficiales facilitados por el centro al Servicio de Salud del Principado de Asturias. Es la especialidad con mayor demora del centro, pero no la que ha registrado un mayor aumento en el último año. El dudoso honor corresponde a cirugía general, la que mayor número de pacientes tiene en lista de espera (1.426) y la que ha multiplicado por cinco la espera media, si bien se encuentra en poco más de un mes, en 37 días.

¿Qué ha pasado para que estas dos especialidades echen por tierra una estadística mensual e interanual que, en términos generales, presentaba un comportamiento aceptable? La explicación, más allá del periodo vacacional que afecta a todas las áreas, hay que buscarla en la escasez de médicos que afecta a algunas especialidades del San Agustín. La situación no es buena y los esfuerzos por revertirla se revelan inútiles. Lo peor es que no hay visos de solución a corto plazo. «Esperamos estar al día en algunas especialidades en el primer trimestre del próximo año, pero con otras nos va a costar más porque el problema es que faltan especialistas en la bolsa de empleo», manifestó ayer a este periódico Enrique González, gerente del Área Sanitaria III.

Describe el escenario como «delicado» e «inestable» y lo explica por la mala planificación de años atrás. «No hay patólogos ni cardiólogos o remautólogos. Tampoco médicos de familia. Ocurre en todo el país y son las consecuencias de la década anterior. Hay que tener en cuenta que formar a un médico son seis años y otros seis aproximadamente de especialización, pero entonces el Ministerio dejó de financiar algunas plazas, por ejemplo las de médico de familia, y ahora nos encontramos con escasez de profesionales», indicó.

Cree que se tardará «algunos años» en remontar esta tendencia y deja entrever que los efectos de la escasez de médicos podrían ir a más en el caso del Hospital Universitario San Agustín, en el que una plantilla de «edad avanzada», circunstancia que suele llevar aparejada un mayor número de incidencias de salud, atiende a una población envejecida.

Cirugía general y traumatología son dos de las especialidades más demandadas. No solo son por las que mayor número de pacientes aguarda una consulta, sino las que más reciben y atienden. Solo en julio, mil pacientes fueron vistos por los cirujanos y 1.785 por los traumatólogos.

Son las responsables, además, de que la lista de espera global, la que refleja la media de espera en todas las especialidades, se mantenga en los mismos 71 días de hace un año y no baje a pesar de que son once las áreas en las que disminuye el tiempo de espera por una consulta frente a las cuatro en las que sube. Las otras dos son neumología y rehabilitación, con 37 y 53 días de espera media respectivamente frente a los 23 de ambas en julio de 2017.

En el extremo opuesto, en las bajadas, destaca el experimentado por reumatología, que ha recortado dos tercios su espera media. De los 86 días de hace un año a los 24 del mes pasado. Igualmente importante son los 55 días que esperan los pacientes de dermatología, treinta menos que hace un año. Una buena noticia para los 1.426 que esperan a ser recibidos por los profesionales del San Agustín. A fecha de hoy es la especialidad más demandada y, en el futuro, podría presentar listas de espera no tan saneadas puesto que es otra de las especialidades de difícil reemplazo.

No hay lista de espera en obstetricia, la de otorrinolaringología es de cinco días y la de endocrinología, de siete. Las especialidades con menos pacientes en espera son obstetricia, con tan solo uno en julio, medicina interna, con tres, y cirugía general, con veintisiete.

Respecto al número de consultas mensuales realizadas cabe señalar las 1.970 de psiquiatría y los 1.922 de oftalmología, cuyos 775 pacientes en espera soportan una demora media de 80 días.

«Intentamos priorizar. Como sabemos el problema que tenemos, y que no es único del área sanitaria sino que es general, tratamos de revisar los casos y adelantar la entrada de los cuadros de mayor gravedad», explicó Enrique González, para ello llevan a cabo un «sistema de revisión de las peticiones de consulta consideradas preferentes, incluida cardiología», con 71 días de demora media.

En lo que respecta a intervenciones quirúrgicas la espera en términos interanuales aumenta en seis días, de 52 a 59, sobre todo en cirugía general y digestiva con 74 días. Sin embargo, se registraron tiempos máximos de espera de 174 días en oftalmología, 173 en traumatología y 166 en urología. Agosto comenzó con 2.053 enfermos en lista para ser operados, de los cuales más de la mitad se los repartieron la cirugía general y digestiva y la oftalmología.

El atasco de consultas y operaciones se repite en las pruebas diagnósticas, fundamentales para confirmar una patología, conocer su alcance y pautar una medicación. 739 enfermos están a la espera de realizar una ecografía, 542 hacen lo propio con un TAC y 506 con una resonancia magnética. La prueba más ágil es la mamografía con 'solo' 56 pendientes de ser realizadas. La demora media en el caso de la ecografía es de tres meses y de algo más de dos en el caso del TAC y eso a pesar de que el ritmo de trabajo no es bajo. En julio se realizaron 1.500 ecografías y 1.121 TAC.