Alejandro Alonso y Ana María Díaz Gerente y vicepresidenta de la Asociación Rey Pelayo
«Esperamos poner la primera piedra del nuevo centro en tres semanas»«Ya casi llegamos a los 80 alumnos, somos cerca de 20 trabajadores y cada año crecemos. El espacio actual ya se nos ha quedado pequeño»
El Ayuntamiento de Avilés está a punto de resolver la adjudicación del contrato para la construcción del futuro centro ocupacional de apoyo a la integración ( ... CAI) que dará servicio a personas adultas con discapacidad. Se ubicará en la calle Mario Leal Baquero, en el barrio de La Grandiella, y supone una inversión de 1,3 millones de euros. Si el centro está a un paso de convertirse en una realidad es gracias a la lucha incansable de la Asociación Rey Pelayo, entidad de referencia en la comarca y la responsable de gestionar este nuevo equipamiento cuando se produzca el traslado, previsiblemente a finales del año que viene. Su gerente y su vicepresidenta valoran ahora el largo camino que han recorrido para llegar hasta aquí y las expectativas de crecimiento, mejoras y desarrollo de nuevos proyectos que se abren con la creación de este nuevo centro que se construirá en una parcela de 2.290 metros cuadrados y tendrá dos plantas, además de aparcamiento y zonas ajardinadas que supondrán más de mil metros cuadrados.
–Ahora que se acerca el cierre del año, ¿qué balance hacen?
–Alejandro: Pues ha sido un año muy bueno para la asociación y lo terminamos muy esperanzados, sobre todo porque este ha sido el año en el que se han concretado los avances del nuevo centro y eso nos hace mucha ilusión a todos.
–Llevan mucho reivindicando el nuevo centro, pero es cierto que en los últimos años se pegó un acelerón importante.
–Alejandro: Es cierto, pero hay que decir que yo llevo aquí 25 años y Ana lleva 14, y desde el primer día lo que nos pedían las familias ya era un nuevo centro porque siempre se nos ha quedado pequeño. Son muchos años de lucha y estamos contentos porque este año lo concretamos.
–¿Qué plazos manejan a partir de ahora?
–Ana María: Pues sabemos que la licitación se acaba de resolver y si todo va bien en dos o tres semanas podríamos estar poniendo la primera piedra, en teoría. A partir de ahí el plazo de ejecución de las obras es de nueve meses, con lo que esperamos que el centro pueda estar operativo en 2027 porque una cosa es construirlo, pero luego hay que equiparlo para que todo esté preparado para entrar.
–Hablaban de esos años de lucha, ¿realmente esperaban que se convirtiera en una realidad?
–Alejandro: Bueno, como decíamos han sido muchos años de lucha y reivindicaciones, pero al final sí que fue un poco una sorpresa cómo se concretó. Yo creo que no le molestará que lo digo, pero fue la propia alcaldesa la que nos llamó y nos informó que iban a salir fondos europeos y podía surgir la oportunidad de aprovecharlos para hacer el nuevo centro. Además fue en un mal momento, justo después de la pandemia. A partir de ahí tuvimos poco tiempo y nos pusimos a trabajar conjuntamente con el Ayuntamiento para montar el proyecto del centro.
–Entiendo que una de las grandes ventajas que ofrecerá el traslado al nuevo centro es la capacidad de crecimiento.
–Alejandro: Desde luego, porque cada año crecemos más. Ahora en septiembre se incorporaron seis alumnos nuevos, que son muchos, y ya casi llegamos a las 80 personas. Por poner en contexto, cuando empezamos en 1993 lo hicimos con quince familias.
–Eso hará necesario que aumente el número de trabajadores.
–Alejandro: Claro, ya tenemos casi veinte trabajadores en la asociación y son perfiles variados, desde maestros de educación especial a pedagogos, psicólogos o educadores sociales.
Nuevos perfiles
–¿Qué rangos de edad y patologías hay entre los alumnos?
–Ana María: Es muy variado, los más jóvenes tienen sobre los 20 años y la más mayor ya tiene 74 años que es Manolita. La esperanza de vida de nuestros chicos ha ido subiendo.
–Alejandro: Los perfiles también han ido cambiando con los años y nos hemos ido adaptando. Digamos que cuando el centro empezó era una época en la que los centros ocupacionales estaban dirigidos al empleo principalmente. Eran gente con alguna discapacidad, pero con muchas habilidades. En los últimos tiempos empiezan a derivarnos a gente más mayor y hay patologías nuevas, por ejemplo mucho autismo entre los jóvenes. Esto se puede deber a que el diagnóstico ha mejorado muchísimo.
–El nuevo centro ocupacional se integrará en la estrategia CuidAs del Principado, pero realmente no es nada que no lleven aplicando desde hace años.
–Ana María: Pues sí, es algo que nosotros llevamos haciendo muchos años, lo que pasa es que ahora tiene un nombre. Al final nosotros siempre hemos estado centrados en las personas, estudiando que tipo de discapacidad y que habilidades tienen y cómo se puede mejorar su calidad de vida y su integración en la sociedad. Queremos que salgan, que no estén encerrados. También luchamos por fomentar que sean válidos y queremos que sean ciudadanos de primera, ese es el mensaje que queremos que quede claro.
–Todo este trabajo les ha valido un reconocimiento a nivel local, pero también nacional. ¿Se sienten valorados?
–Alejandro: Lo que podemos decir con orgullo es que nadie que nos conozca habla mal de nosotros. Creo que somos un centro de referencia en Asturias y de los más antiguos. A nivel nacional también nos invitan a participar en congresos y este año premiaron un proyecto de la asociación por buenas prácticas. Se trata del proyecto 'Conociendo Avilés', en el que los chavales hacen de guías turísticos. El mes que viene precisamente lo vamos a presentar en Sevilla.
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