Fallece Conchita Lozano, exdirectora de enfermería del Hospital San Agustín
Ocupó el cargo durante dos décadas, y se había jubilado hace un lustro como supervisora del área de admisiones
RUTH ARIAS
AVILÉS.
Domingo, 1 de julio 2018, 02:28
La que fuera la última directora de la Escuela de Enfermería que existió a finales de los 70 y principios de los 80 en el hospital San Agustín, Conchita Lozano, todo un referente para las enfermeras avilesinas y una de las profesionales asturianas más destacadas del ramo, falleció anteanoche debido a una enfermedad.
Lozano fue una de las personas clave en la historia del San Agustín. Fue una de las primeras personas en incorporarse a la entonces residencia, en el año 75, a donde llegó desde el servicio de maternidad de Oviedo, y comenzó muy pronto a destacar. Nacida en Arenas de Cabrales, a donde se llevarán sus restos, había estudiado en Soria antes de comenzar en Asturias su larga carrera profesional.
Había entrado en el hospital como supervisora de la planta de Cirugía, y fue la enfermera que se encargó de abrir el servicio en Avilés y trazar las líneas de trabajo de esa unidad. Luego pasó a la Escuela de Enfermería y, cuando esta se cerró fue nombrada directora de Enfermería del San Agustín, un cargo que ocupó durante dos décadas. Finalmente, se jubiló como supervisora del departamento de admisiones hace ahora un lustro.
Conchita Lozano era una persona muy conocida y querida por las enfermeras avilesinas y, en general, por todo el sector sanitario. Además de su gran valía profesional, destacó por su humanidad. Colaboradora habitual de Cáritas, también había estado en una misión en Burundi.
De profundas convicciones religiosas y muy discreta, había dejado encargado que no quería flores ni ceremonias para su funeral. Será incinerada y sus restos se llevarán a su pueblo natal. Sus amigos la describieron ayer como «muy buena persona» y «desprendida». «Estaba siempre ayudando a los demás y era muy espléndida», destacó Leo Ibáñez, quien fuera supervisora de Urgencias durante varias décadas. El cirujano Siro Pérez, otro de sus amigos cercanos, señaló que era «muy recta, y no exigía nada a los demás que no fuera a cumplir ella».
A las cinco y media de esta tarde se celebrará un responso en su recuerdo en Santo Tomás y mañana lunes una misa de funeral a mediodía en San Antonio de Padua, donde acudía casi a diario, antes de que sus restos sean trasladados a su Arenas de Cabrales natal. Lozano era soltera y no tenía hijos. Sí dos hermanas, una de ellas también enfermera y conocida por haber sido la supervisora de Pediatría.