Fallece la mayor de las dos niñas que cayeron al pantano de Trasona
La otra sigue ingresada en la UCI pediátrica del HUCA y su pronóstico es «extremadamente grave»
S. GONZÁLEZ
AVILÉS.
Domingo, 7 de julio 2019, 02:51
La mayor de las dos niñas que cayeron al pantano de Trasona a última hora de la tarde del pasado miércoles fallecía ayer en la UCI pediátrica del Hospital Universitario Central de Asturias al no poder recuperarse de las secuelas que le produjo estar minutos sin oxígeno flotando en el agua del embalse.
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La niña, de once años, se encontraba desde entonces en un estado de extrema gravedad y desde el primer momento se temió por su vida, ya que tras los primeros auxilios fue la que más tiempo tardó en recuperar el pulso. Los peores presagios terminaron por cumplirse ayer cuando los médicos del hospital ovetense certificaban su muerte. El piragüista que la rescató, Ramón González, y el resto de compañeros que ayudaron en las tareas de reanimación ya señalaron entonces que su estado era muy grave.
Cuando la sacaron del agua presentaba síntomas de un estado cianótico, pues tenía un tono «morado y estaba hinchada», habían relatado. Además, cuando comenzaron con las tareas de reanimación cardiopulmonar se dieron cuenta de lo dificultoso de encontrarle el pulso. «Lo cogíamos y se perdía a los pocos segundos», relataban los rescatadores, que comprobaron que las niñas estaban en parada cardiorespiratoria cuando las consiguieron sacar a la zona hormigonada.
Se desconoce cuántos minutos estuvo la pequeña privada de oxígeno, pues cuando Ramón González se la encontró en el agua estaba flotando boca abajo y no braceaba. Ese margen de minutos que la niña estuvo sin respirar es lo que más preocupaba tanto a sus rescatadores como a los médicos por las posibles secuelas que pudiera tener si conseguía superar la situación crítica.
La familia, de origen rumano pero asentada en Asturias desde hace más de una década y ahora residiendo en Oviedo, se mantuvo constantemente en el HUCA a la espera de la evolución de la pequeña y de la otra menor, que continúa con vida en el centro hospitalario.
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La otra niña, de diez años de edad y que vivía en Pravia, sigue ingresada en la UCI pediátrica del HUCA, pero su estado de salud sigue siendo «extremadamente grave», por lo que los sanitarios no avanzan nada sobre su recuperación, ya que las próximas horas también pueden ser claves para ella.
Un cumpleaños truncado
La tarde del miércoles las familias se encontraban en el área recreativa de Gavitos, en Trasona, celebrando el cumpleaños de la menor de las niñas cuando se desencadenó la tragedia. Mientras los adultos se encontraban en las mesas más cercanas a la entrada del área, las niñas jugaban en la zona hormigonada, en la que hay una pequeña rampa de bajada al agua y unas escaleras.
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Se trata de un espacio de difícil visión desde donde estaban sus familiares pues hay una distancia de unos cincuenta metros y diferente cota, separada por un pequeño muro. La pequeña de las dos se habría acercado al agua para refrescarse cuando cayó dentro del embalse, según las primeras hipótesis. La otra se habría metido para ayudarla sin que ninguna de las dos pudiera salir por su propio pie.
El pantano de Trasona tiene prohibido el baño en su totalidad, pues el agua solo está permitida para usos industriales y deportivos, como recordaba esta semana el alcalde, Iván Fernández. Además, su fondo está lleno de lodo, lo que lo hace más peligroso para quien no lo conoce. Las pequeñas se vieron en apuros y no se sabe cuánto tiempo lucharon por salir del agua. Cuando Ramón González, piragüista y entrenador del Club Náutico Ensidesa, las vio ya no braceaban, tan solo flotaban sobre la superficie del embalse.
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