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Con unos tráficos estables y buenas perspectivas de futuro, el puerto avilesino encara 2024 con la confianza de poner las piedras para resolver las ... incógnitas que enturbian su futuro, como puede ser la autorización de los dragados. De todo ello, conversamos con su presidente, Santiago Rodríguez Vega (Avilés, 1957).
-El año pasado se cierra con 4,5 millones de toneladas. En un contexto de incertidumbre económica, ¿son unas buenas cifras?
-Son unas cifras prudentes; no son malas, pero tampoco para tocar las castañuelas. Están en las previsiones del puerto y responden a las oscilaciones de las empresas. Nos permiten mantener nuestra solvencia y seguimos siendo un puerto económicamente eficiente y operativamente útil.
-La concesión a Windar, ¿es la gran noticia del año?
-Es la gran noticia porque sobre el proyecto fallido de Alcoa (en los términos económicos, de destrucción de empleo y sentimentales por el cierre de una empresa) surge una inversión sobre un sector que tendrá un gran desarrollo en los próximos años. Lo concretaremos en los próximos tres años, que es el tiempo que Windar necesita para poner al día las instalaciones.
-¿Qué podremos ver en 2024?
-Es algo que debería explicar mejor Windar. Según los términos de la concesión, necesitarán los dos primeros años para acondicionar el suelo. La producción de los nuevos equipos comenzará en 2026.
-¿Y el achatarramiento de las instalaciones de los antiguos muelles de Alcoa?
-Deben empezar en breve. Tienen que presentarnos el proyecto. En los muelles podrán hacer acopio de sus equipos, pero deben derribar los silos y cintas que no necesitan para su operativa.
-A la par que a Windar, se hizo una concesión a Idesa, menos espectacular pero significativa de la evolución del puerto.
-Sí. Se acogen nuevas industrias (tanto Windar como Idesa) a cuya operativa le viene muy bien poder trabajar a pie de muelle. De esta manera, Avilés se significa en el norte de España como un centro de producción y exportación de este de productos.
-¿Se nota un efecto tractor de este tipo de empresas?
-En los próximo años van a cambiar las cosas. Las nuevas energías y las energías renovables generan proyectos que cambiarán a las industrias de la zona y a la propia actividad portuaria. Me estoy refiriendo a Fertiberia y sus proyectos de hidrógeno y amoníaco verde. Cuando se materialicen, surgirán nuevas exportaciones y movimientos. Más allá del tráfico de carbones para la industria siderúrgica, nosotros no fuimos un gran puerto carbonero y, aunque estos tráficos existen, se irán resituando.
-En 2023 también firmaron el protocolo urbanístico de la margen derecha de la ría. ¿Cómo se encuentra?
-Es otra de las buenas noticias del año. El protocolo significa una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. En el Ayuntamiento de Avilés están en la fase de información pública. Por la parte del puerto, necesitamos unas autorizaciones del Ministerio de Hacienda y de Transportes. El Principado tramita los cambios en las carreteras que afectan a la As-328 y As-329. El protocolo establece que se firmará un convenio urbanístico con los compromisos. Cuando finalicen esos trámites, firmaremos el convenio. Estamos hablando de un plazo de dos o tres meses. De esta manera, comenzarán los trabajos de construcción de la nueva carretera.
-En ese protocolo se incluía parte de los suelos que el puerto veía necesarios en su plan de expansión. ¿Cómo se encuentra el resto de localizaciones?
-El plan de expansión surge como una reflexión del puerto ante una de nuestras mayores limitaciones: la falta de espacio logístico. El protocolo supondrá 80.000 metros cuadrados más de suelo portuario que estarán disponibles en un plazo de cuatro años desde su firma. Es decir, en 2027. En el plan de expansión también estaba el suelo de Alcoa, con la antigua concesión, que ya está solucionado. También hacemos otras actuaciones como la unión de los muelles de Valliniello y Arcelor, donde se generarán unos 50.000 metros. Lo que tratamos es aprovechar todas las posibilidades de crecer en espacio logístico. Resolvimos la prórroga de la concesión de los muelles de ArcelorMittal por ocho años con unos importantes compromisos de inversión.
-¿Caben más crecimientos?
-No. Cualquier expansión supondría atacar el monte de Tuñés. Es una actuación ambientalmente muy fuerte, agresiva y que, operativamente no aportaría grandes ventajas. Así que se descarta. Debemos diseñar el puerto de Avilés con los elementos que tenemos. En la margen izquierda podrá haber cambios conformen cambien los tráficos y las actividades; poco a poco. No será de una manera repentina.
-¿Cómo será el futuro?
-El puerto tiene que ser económicamente eficiente y debe tener una sostenibilidad ambiental. Es un elemento que ya es recurrente en todas las actuaciones. Tanto nuestras como de nuestros operadores. Otra línea fundamental es la digitalización, tanto para gestionar nuestros datos como de nuestros clientes, siendo rápidos, ágiles y transparentes. Eso es lo que hará que estemos en el mundo, teniendo la capacidad de responder a las demandas de las empresas.
-Antes comentaba la bajada en los tráficos de carbón. Sin embargo, vemos como las empresas realizan importantes inversiones medioambientales.
-No tenemos una estimación temporal. Sabemos que es un tráfico que no va a crecer. Los graneles de carbón se transformarán por otros tráficos. García Munté ha hecho un gran esfuerzo muy importante desde el punto de vista medioambiental con todos los sistemas que aplica. Pero el futuro estará en las nuevas industrias, en las nuevas energías. Antes la energía era el carbón y en el futuro tendremos el hidrógeno verde.
-El dragado es un tema recurrente en el puerto.
-Es un restricción porque es un tema que no tenemos resuelto y plantea incertidumbres y riesgos para el futuro. El puerto necesita hacer periódicamente dragados y tenemos un problema con el tratamiento de ese material. No queremos desatender ninguna obligación medioambiental. Tenemos una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que nos obliga a devolver a la playa 90.000 metros cúbicos de arena del último dragado antes del próximo dragado. Y no hemos visto la manera de hacerla. Todas las opciones que hemos barajado han sido rechazadas por la Dirección General de Costas.
-¿Qué van a hacer?
-No sabemos cómo vamos a resolverlo. Yo insisto ante el Ministerio de Transición Ecológica, ante la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. También he pedido la implicación del Principado de Asturias. Tenemos que resolver esto. Lo que no puede ocurrir es, si dentro de un tiempo, tenemos que hacer un dragado de mantenimiento, no podamos dragar porque nos lo impide la normativa medioambiental a la que estamos sometidos.
-¿Tienen plazos?
-Tenemos que resolverlo lo antes posible. El Ministerio aún no ha dado una solución. Tenemos que resolver la limitación que establece la DIA actual. Y también de cara al futuro porque debemos buscar fórmulas que nos tranquilicen.
-¿Y qué plantean?
-Estamos trabajando en dos líneas. Uno es un tema en el que insiste mucho la Dirección General de Costas. Ellos apuestan fuertemente por la prolongación del espigón. Su criterio es que reducirá la entrada de arenas en el canal de la ría. Seguramente es verdad, pero no encuentro financiación para esa inversión que ronda los 20 millones de euros. Esa cantidad agotaría nuestra capacidad de inversión anual.
-¿Cuanto invierte anualmente?
-En 2024, invertiremos 16 millones de euros. Es un dinero que genera el puerto con sus tráficos, no es una transferencia del ministerio. La unión de los muelles de Arcelor son ocho millones de euros; la adecuación de los muelles de Raíces son dos millones de euros; la línea de ferrocarril en la margen derecha son otros dos millones de euros. Abordar en solitario el espigón impediría hacer todas esas obras que son necesarias para el mantenimiento de las infraestructuras portuarias. Nos hemos comprometido a la redacción del proyecto. Este año contratamos a una ingeniería. Mientras se elabora, hablaremos con el Ministerio sobre su financiación
-¿Y la segunda línea?
-Trabajamos con empresas y la Universidad para ver el tratamiento del material de dragado para volver a verterlo al medio marino. Nuestra actitud para resolver esto es proactiva y pedimos a las autoridades medioambientales que se tenga sensibilidad. Si ahora mismo tenemos que hacer un dragado, no podríamos. Es un sinsentido para un puerto como Avilés, donde se autorizan inversiones como la de Windar que generará quinientos empleos directos.
-¿Este año se verá algún avance en la Ronda Norte?
-Debemos tener paciencia. Lo más importante es no hacer mucho ruido. Ahora mismo el Ministerio de Transportes está en una fase de estudios informativos de la Ronda Norte y la barrera ferroviaria. Es el intento más consistente de los últimos veinte años y lo conozco por experiencia propia. Hay que confiar en los trabajos técnicos del Ministerio. Es un proyecto que lleva tiempo. Por población y volumen de movimientos económicos no somos un lugar donde este tipo de inversiones se logren rápidamente Hay que ganarla y, para ello, necesitamos proyectos. Estamos en esa fase. Los plazos son largos.
- Siguiendo con la Ronda Norte, ¿este año podríamos conocer su trazado?
- En 2024, estaremos aún en fase de estudios, los plazos son largos porque queda el proyecto, la licitación. Lo bueno sería tener un trazado, pero más aún enfriar el debate de agravios.
-2024 será el año del Centro de Empresas de Economía Azul. ¿Qué esperamos de él?
-Detrás de esa expresión está la transformación de unas antiguas instalaciones portuarias para destinarlas a actividades vinculadas al sector pesquero. No es algo que se vaya a resolver en el primer día, irá poco a poco. Forma parte de la renovación de las antiguas instalaciones pesqueras. También estamos modernizando los muelles. En general invertiremos en Conde de Guadalhorce para que sea más acorde al tono urbano que tiene.
-Pero aportará un valor añadido al sector pesquero.
-En estas cosas siempre prefiero ser prudente. El puerto pesquero de Avilés es el más importante de Asturias. Y nuestro objetivo es aportar todo el valor añadido que podamos.
-¿Habrá más novedades después de los proyectos de energías verdes de Duro Felguera y la Universidad de Oviedo?.
-Son iniciativas en las que estamos encantados de colaborar. Pero también queremos lanzar en 2024 nuestros proyectos de energías renovables. Estudiamos utilizar energía solar para atender nuestras propias necesidades.
-En la gestión portuaria, ¿habría que replantear la relación con Gijón, volver a la fusión?
-Yo no tocaría la relación con Gijón. Avilés, como puerto eficiente que es, debe seguir siendo independiente de Gijón. La fusión con Gijón no sería buena para Avilés y, por lo tanto, para Asturias. Habrá quien la defienda por una economía de escala, por un gran puerto. Pero eso generaría unos espacios urbanos más llenos de actividad que otros.
-¿Pero la fusión la hizo el PSOE?
-Sí. Y yo la defendía siendo alcalde. Ahora no la defiendo. El puerto aporta un plus a la comarca y no tenerlo se paga en términos de empleo y actividad. Por eso evolucioné en mi posición.
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