Un grupo de los intoxicados con mercurio en Azsa iniciará una huelga de hambre indefinida

Un grupo de trabajadores en representación de los 49 que resultaron intoxicados por mercurio en 2012 en la fábrica de Asturiana de Zinc (AZSA) iniciará el próximo 30 de octubre una huelga de hambre que no depondrán hasta que consiga sus reivindicaciones de recibir atención especializada.

La Asociación de Intoxicados por Mercurio y otros Metales Pesados, en la que está integrado este colectivo, ha informado de que los trabajadores que harán la huelga serán Carlos Martínez, Víctor Calota y David Román, que montarán tiendas de campaña frente a la fábrica de zinc de San Juan de Nieva.

Estos trabajadores de la empresa Ingeniería Montajes Norte (IMSA), que en diciembre de 2012 sufrieron por accidente una exposición a mercurio y otros metales pesados cuando realizaban tareas de reparación en la planta de tostación de AZSA, buscan hacer visible su «desesperada situación».

Según explican, las secuelas físicas y psicológicas que sufren se van agravando y toman una media de 15 dosis de medicamentos diarios, incluidos opiáceos, ya que padecen dolores crónicos, se les caen los dientes, pierden vista y oído y sus facultades mentales están cada día más mermadas, denuncia la Asociación.

A ello se una precaria situación económica y social, ya que sólo unos 15 de los 49 intoxicados tienen reconocida algún tipo de incapacidad y el resto no está en condiciones físicas ni mentales de trabajar.

Exigen a Asturiana de Zinc e IMSA, la empresa auxiliar para la que trabajaban, el cumplimiento íntegro del acuerdo firmado en octubre de 2013, consistente, básicamente, en la prestación de atención médica especializada.

A pesar de que dicho acuerdo era de carácter indefinido, este colectivo asegura que dejaron de cumplirlo en 2015, dejando a los afectados sin poder realizar las pruebas y tratamientos que tenían pendientes.

También exigen a la Consejería de Sanidad y a la mutua Fremap el cumplimiento de sus obligaciones con los trabajadores, proporcionándoles la atención médica adecuada que precisan, incluyendo especialistas expertos en intoxicaciones por metales pesados.

Además, piden a la Consejería de Servicios y Derechos Sociales ayudas para aquellos que se encuentran en riesgo de exclusión social.

«Los responsables de esta catástrofe humanitaria conocen nuestra situación real, por lo que saben que las probabilidades de que algunos de nosotros entre en un estado irreversible ante las puertas de Asturiana de Zinc son altas y que sus consecuencias serían muy graves», han advertido.