El Hospital San Agustín gana siete nuevas camas en la Unidad de Cuidados Intensivos
Ubicadas en la primera planta, están aisladas y son independientes, por lo que serán las que primero reciban a futuros enfermos de COVID
C. R.
AVILÉS.
Miércoles, 24 de junio 2020, 01:54
La incorporación de siete boxes acondicionados en la planta primera norte permitirá al Hospital Universitario de San Agustín de Avilés (HUSA) aumentar hasta dieciocho los puestos de atención para pacientes críticos. Las otras once camas se encuentran en la UCI convencional.
El personal del servicio de mantenimiento e ingeniería del centro ha sido el encargado de llevar a cabo esta actuación, que ha supuesto una inversión de 25.000 euros y tres semanas de trabajo.
Si fuera necesario, esta nueva área se destinará a pacientes afectados por la Covid-19, ya que estos puestos, a diferencia de la única UCI del hospital, son independientes y están aislados.
El HUSA albergó la segunda UCI del Principado para pacientes con coronavirus, después de que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) acogiera los primeros casos críticos de la pandemia. Dado que el centro avilesino no disponía de boxes independientes, se constituyó como una unidad exclusiva para pacientes positivos de las áreas sanitarias I (Jarrio) y III (Avilés).
En el pico de la crisis, el centro cabecera de la comarca de Avilés llegó a atender simultáneamente a catorce pacientes graves de coronavirus, lo que obligó a adecuar una nueva área para tres de ellos que ahora se ha ampliado con otros cuatro boxes. «Nos preparamos para lo que vino y nos seguimos preparando para lo que pueda venir», aseguró el gerente del área III, Ricardo de Dios.
La presión asistencial por la pandemia comenzó a aflojar a finales de mayo. A pesar de que el San Agustín nunca llegó a estar saturado, los ingresos fueron a menos a partir de la última semana del mes pasado. Así, el lunes 25 recibió el alta la única persona hospitalizada en planta mientras que en la Unidad de Cuidados Intensivos solo permanecían dos pacientes. Con todo, el hospital mantuvo su organización para evitar el riesgo de contagios entre los pacientes. Todos los enfermos que llegaban siguieron siendo aislados hasta obtener los resultados de las pruebas de PCR. Una vez que se confirmaba que no era un caso de Covid-19, eran trasladados desde la zona de aislamiento a la planta que le correspondía.
Fue ese descenso de enfermos con coronavirus tanto en la UCI como en planta el que permitió que se relajaran las medidas de acompañamiento a otros pacientes ingresados en el centro. Con horarios regulados, eso sí, para garantizar la seguridad.
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