«Es importantísimo concienciar a la población de que participe en los programas de cribado»

La oncóloga Paula García Teijido destaca la importancia de participar en los programas de cribado que hay disponibles y que se ofertan dentro del sistema sanitario. Algunos, como el cérvix o el de mama están muy implantados y cuentan con un alto grado de seguimiento entre la población femenina pero otros, como de cáncer colorrectal, que se pilota en Avilés y, desde octubre de 2016 se ha extendido a todos los pacientes del área que tienen entre 50 y 69 años, no está teniendo demasiada aceptación entre la población, y solo acude a las pruebas una de cada tres personas que ha recibido una invitación por carta para participar en el programa.

«Teniéndolo disponible, es importantísimo concienciar a la población de que acuda a la consulta para hacerse la prueba, que es inocua, sobre todo porque hay muchos tumores que se pueden prevenir», apunta García Teijido. La población diana solo tiene que someterse a un análisis para detectar la presencia de sangre en las heces, es decir, basta con llevar una muestra a su centro de salud una vez que reciban la invitación a participar en el cribado. Si se encuentra algo anormal, el siguiente paso es hacerse una colonoscopia en el hospital, con la que se podrá saber con fiabilidad si existen lesiones cancerosas o precancerosas.

«Es importante detectarlo lo antes posible porque se puede eliminar un pólipo que esté empezando a malignizar, con lo que se previene el tumor», asegura la oncóloga. «La población no se da cuenta del beneficio que puede conllevar realizarse esta prueba que estamos implantando», dice. La proporción de personas que acuden a la llamada del sistema sanitario es de un 30 o 35%, un porcentaje muy similar al que se está dando en otras comunidades vecinas como Galicia o Cantabria, donde también ha comenzado a hacerse este cribado.

El cáncer colorrectal es asintomático en sus fases iniciales, que es cuando se puede llegar a curar. Las investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha demuestran que estas campañas pueden llegar a reducir entre un 15 y un 33% el número de fallecimientos por tumores colorrectales.