Lazos negros de luto para despedir a la fuente de Pedro Menéndez

Pocas son ya las esperanzas que le quedan a la plataforma ciudadana que lleva más de un año luchando por evitar que se lleven la fuente de Pedro Menéndez de El Muelle. Es una decisión que el Ayuntamiento de Avilés tomó como parte del proyecto de reurbanización del entorno del parque y son conscientes de que difícilmente se podrá revertir.

Por eso ayer una decena de personas se volvieron a manifestar frente a la fuente y cubrieron las vallas que la protegen de lazos negros, «en señal de luto», como una última llamada de atención a la desesperada, para que el gobierno local no olvide que hay una parte de la sociedad avilesina que se opone al cambio.

«Ya queda poco tiempo, pero no perdemos del todo la esperanza. Volvemos aquí para intentar el último esfuerzo, después de todas las concentraciones que hicimos y la recogida de firmas, mandamos un informe de 57 páginas a Patrimonio, al Colegio de Arquitectos y al Defensor del Pueblo, que nos responde que el Ayuntamiento no tiene conocimiento, cosa que no entendemos», manifestaban con indignación Francisco Zarracina y Constantino Álvarez, impulsores de la plataforma que pide que la fuente se quede donde está.

«Ya no pedimos que se salve, a eso el Ayuntamiento ya se ha comprometido, lo que queremos es que se quede en El Muelle porque en otra ubicación no tiene ningún sentido, aquí está considerada como un bien de interés cultural, pero solo porque forma parte de un conjunto con la estatua de Pedro Menéndez, la foca o los cañones del parque», defienden desde la plataforma, que reconocen «estar casi de luto» por el inminente traslado.

«Yo soy del año 57 y nací con la fuente ya en esta plaza, es un símbolo de Avilés y fuera de aquí no tiene ningún sentido, por eso queremos que nos escuchen y que se quede donde está», reclamaba en la tarde de ayer Emiliano Inestal, otro vecino que acudió a la manifestación y que colocó lazos negros alrededor de la fuente. La plataforma aprovechó para el mal estado de conservación en el que se encuentra la glorieta, «antes éramos nosotros los que incluso veníamos a cortar las hierbas a mantenerla, pero desde que la vallaron nadie la cuida y se está deteriorando rápidamente», ponían en conocimiento los manifestantes.

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