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José Ángel del Río Gondell en 2016 en una de sus conferencias. MARIETA
Llaranes llora la muerte de José Ángel del Río Gondell, su 'cronista oficial'

Llaranes llora la muerte de José Ángel del Río Gondell, su 'cronista oficial'

Su cuerpo será incinerado hoy y el funeral se celebrará en la parroquia cuando termine la actual situación de alarma

FERNANDO DEL BUSTO

AVILÉS.

Domingo, 29 de marzo 2020, 01:48

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Llaranes despertó ayer sábado con la triste noticia de la muerte de José Ángel del Río Gondell a consecuencia de un cáncer diagnosticado en 2017. Su cuerpo será incinerado hoy y, debido al estado de alarma, no se celebrará funeral hasta que se recupere la normalidad.

Su muro en la red social Facebook se llenó ayer de muestras de dolor y cariño de sus vecinos y amigos (que en Llaranes es sinónimo) y se sucedieron las muestras de condolencia. La alcaldesa, Mariví Monteserín, lamentaba la pérdida de «un ciudadano ejemplar», por su compromiso y dinamismo que le llevó a recibir, hace tres años, el premio del Voluntariado.

Y es que, a lo largo de sus 74 años de vida, la biografía de José Ángel del Río Gondell es la de un ciudadano comprometido con su tiempo. «Era un humanista», resume el párroco de Llaranes, José María Murias.

José Ángel del Río nació en Gijón y llegó a Llaranes en 1956, cuando su familia se instaló para trabajar en Ensidesa, a donde también se incorporaría él. Su actividad social en Llaranes fue inmensa. Promovió numerosas asociaciones. Fundó una de las primeras asociaciones de padres de alumnos, la del entonces conocido como Colegio de María Milagrosa, en Llaranes, también el Grupo de Montaña Ensidesa, el de bolos, la Asociación de Donantes de Sangre y la Cofradía de la Sardina Arenque, donde fue uno de los motores que contribuyeron a la recuperación del Antroxu en Avilés.

Pero, sobre todo, su nombre se vincula al Club Popular de Cultura de Llaranes que presidió desde su creación en 1988 hasta que en 2015 cedió la presidencia a Rubén Domínguez, que ayer destacaba la trascendencia de Del Río en el mantenimiento de la memoria oral e histórica del barrio siderúrgico.

Junto a ello, Del Río impulsó numerosas conferencias, especialmente vinculadas con la historia de su barrio y comisarió exposiciones. El pasado verano, recopiló en La Calzada una memoria gráfica del barrio gijonés y este año aún realizó su última visita guiada a los colegios de Llaranes. Una ingente labor social que no se entiende por su dimensión humana porque, Del Río, fue sobre todo una buena persona, un paisano como se entiende en Asturias; leal y con criterio, honesto y capacitado de discrepar cuando lo consideraba necesario.

Publicó el libro 'Llaranes. Tres épocas' y escribió cientos de hojas en colaboraciones periódicas. Además, disfrutó de la pintura y era actor del Grupo de Teatro Santa Bárbara. De su matrimonio con Milagros Chicarro Sánchez nacieron dos hijos: María Isabel y Mario Agustín.

Gabriel Alzola, presidente de la Asociación de Vecinos Santa Bárbara de Llaranes, coincidió con él. «Cuando esto pase, deberemos organizarle la despedida que se merece. El Centro Social del barrio debería llevar su nombre», apuntó.

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