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Vista de los chalés y el hotel desde una de las parcelas vacías que el Sareb planea recuperar. MARIETA
El lujo que nunca llegó a Truyés

El lujo que nunca llegó a Truyés

Sufre las consecuencias de la mala gestión realizada en su momento por la promotora Dolabay y que se intenta paliar ahora desde el Sareb y el Ayuntamiento La urbanización de Los Balagares acumula problemas de construcción, el hotel se subasta y el campo de golf está cerrado

SHEYLA GONZÁLEZ

TRASONA.

Domingo, 16 de diciembre 2018, 12:38

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La urbanización de Los Balagares tomó forma en Truyés hace ahora once años. El proyecto urbanístico de mayor envergadura del concejo, que se planteó como una zona residencial de lujo con grandes chalés, hotel, campo de golf y otras instalaciones deportivas anexas, se ha quedado a medio camino. Es más, son muchos los vecinos que creen que ni si quiera se ha llevado a cabo un tercio de los prometido.

Los problemas en la construcción de las viviendas, las deficiencias de urbanización y de las redes de servicios públicos como el saneamiento, y las deudas de la promotora, Dolabay, han hecho mella en Los Balagares y en todos los vecinos que son propietarios de viviendas en la urbanización. El último batacazo ha sido enterarse de que el hotel de cuatro estrellas ha entrado en subasta por las deudas adquiridas por sus propietarios. Una subasta que finalizará el 2 de enero y que pone un valor de 17,9 millones de euros al edificio, sobre el que pesan deudas de 13,3 millones de euros. «No lo esperábamos porque el hotel está levantando cabeza», destacan los vecinos. El establecimiento de hospedaje está siendo gestionado por la cadena URH Hoteliers, que ha «garantizado» su actividad hasta 2025, que es cuando finaliza su contrato de arrendamiento. Aunque el negocio seguirá en marcha atrayendo turistas, la oferta complementaria de la zona con el campo de golf a tan solo unos metros de la entrada del hotel también se ha resquebrajado.

El pasado 31 de octubre se hacía efectivo el desahucio de la empresa Global Golf, que explotaba las instalaciones tras un contrato con la concesionaria de las mismas, Dolabay. Desde entonces el campo permanece cerrado, lo que ha obligado a sus abonados -cerca de doscientos- a seguir practicando este deporte en otras instalaciones deportivas asturianas hasta que se solucione el problema.

Para intentar paliar esta situación, el Ayuntamiento de Corvera está negociando con un grupo de socios posibles fórmulas para abrir de nuevo el campo. «Nos preocupa su mantenimiento, cuando más tiempo permanezca cerrado peor será», resaltan los usuarios. Pero este no es el único problema que afecta al campo. La propia Dolabay tiene adquirida una deuda con el Consistorio local al no haber abonado el canon anual establecido en la concesión del campo, que asciende a 3.000 euros anuales.

Esta deuda ha obligado a subastar la concesión a través del Ente de Servicios Tributarios del Principado. Tras varios intentos por cerrar la subasta no se habían recibido ofertas, lo que obligó a abrir el proceso a cualquier postor y cantidad. Eso hizo que se presentaran cinco empresas. El proceso de adjudicación está en marcha aunque puede demorarse semanas o meses dependiendo de la respuesta de los pujantes. «El campo de golf daba vida a esto, venía gente de muchos puntos de la comarca y de otros sitios de Asturias, es una verdadera pena», lamentan los vecinos.

Zona residencial

Aunque a los residentes en la urbanización lo que más les preocupa es lo que atañe a sus propias viviendas. Los defectos en la construcción de las mismas y la falta de unas buenas redes públicas les han ido pasando factura estos once años. La promotora y la constructora se vieron envueltas en problemas judiciales de denuncias mutuas durante los primeros años tras la edificación de las viviendas, todo por problemas en la ejecución de las mismas.

Deficiencias que afectan principalmente a los tejados de los chalés y que según ha podido saber este periódico, les ha llevado a hacer partícipe de sus problemas a la consejería de Servicios Sociales y Vivienda del Principado. A esto hay que sumar el saneamiento y abastecimiento. La falta de una buena red que de servicio a las viviendas ha provocado reiteradas inundaciones de las mismas en las épocas de temporales. Un problema que también a obligado a los residentes a iniciar procesos judiciales para intentar recuperar parte del dinero perdido en mobiliario y enseres.

En este punto el Ayuntamiento de Corvera inició un litigio judicial paralelo contra la promotora para recuperar el aval de 2,1 millones de euros correspondientes a la fase dos. Tras haber ganado y recuperado esta cantidad, ya han anunciado que se llevarán a cabo obras para mejorar las redes generales que acaben con estos problemas y que se pondrán en marcha a lo largo del próximo año.

Este anuncio por parte del equipo de gobierno local hizo que la Junta de Propietarios de la urbanización de Los Balagares suspendiera el recurso contencioso-administrativo interpuesto previamente. En su momento los propietarios habían recurrido al juzgado la falta de actuación por parte del Ayuntamiento. Además, pedían en su recurso que se concedan las licencias de primera ocupación pendientes, que están entorpeciendo el uso y disfrute de las viviendas a sus propietarios. Para seguir de cerca el avance de estos trabajos se han fijado reuniones varias entre los responsables municipales, técnicos y vecinos.

Nuevos proyectos

Confían a su vez en los proyectos que tiene el Consistorio para la zona y también en lo anunciado por el Sareb. La sociedad ha presentado un proyecto, plurianual, en el que plantea una inversión de unos cuatro millones de euros, que contempla una inversión de 4,36 millones de euros para finalizar la tercera fase de la urbanización, que se dividirá a su vez en cuatro zonas. Este plantea la construcción de 342 nuevas viviendas, de ellas 188 serán chalés individuales y el resto adosados. Cada una de las fases tiene un presupuesto que ronda el millón de euros. Los vecinos de la zona han estudiado en profundidad el proyecto para poder realizar puntualizaciones al mismo antes de que pueda ponerse en marcha.

«Muchos de nuestros problemas vienen de la promotora, de su quiebra y de la de la constructora, pero también de una mala gestión municipal por parte del gobierno en aquel momento que recaía en la USPC. Esto se planteó como una zona pública y acabó siendo de gestión privada con todos los problemas que nos acarrea», resaltan los vecinos de la zona, que esperan que una vez se solucionen los problemas de deudas y de construcción la urbanización pueda remontar el vuelo.

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