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Zua Méndez Vergara y Teresa Lozano Lázaro, Towanda Rebels. MARIETA
«Somos machistas porque nuestra cultura lo es»

«Somos machistas porque nuestra cultura lo es»

Las responsables de una campaña contra la prostitución que señala al cliente, #HolaPutero, analizan en Avilés la cuarta ola del feminismo

C. DEL RÍO

AVILÉS.

Martes, 12 de marzo 2019, 03:50

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«Todos somos machistas porque nuestra sociedad lo es» y porque «el feminismo no es un camino fácil». De intentar allanarlo se encargan ellas, Zua Méndez Vergara y Teresa Lozano Lázaro, las Towanda Rebels, autoras del libro '#HolaGuerrera' y más conocidas por el vídeo '#HolaPutero'. Ayer hablaron de los retos de la cuarta ola feminista en la carpa que centraliza en el Parque de Las Meanas la celebración comarcal del Día Internacional de la Mujer hasta el próximo día 17.

Méndez y Lozano situaron el comienzo de esta cuarta ola de feminismo en España en 2014, a bordo del 'tren de la libertad', las marchas contra el intento de reforma de la ley del aborto con Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia. «Las teóricas lo fechan ahí porque fue un momento de unión en el que se da una de las características de este movimiento: la lucha intergeneracional». Se puede hablar a partir de entonces de un «despertar feminista y de un movimiento mucho más activo y reactivo» con el juicio de 'La Manada' como punto de inflexión «contra la justicia patriarcal y el entender que la violencia sexual estaba tan extendida y era tan extrema que había que luchar contra ella», rasgo característico de la cuarta ola feminista internacional y entendida no solo como violación o maltrato dentro de la pareja sino «en todas sus facetas, entre las que se encuentra la mercantilización de nuestro cuerpos a través de la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler».

Advierten de que cada ola tiene una reacción contraria porque «cuando las mujeres conquistamos un espacio nuevo, los hombres tienen que compartir y renunciar a los privilegios que hasta entonces habían ostentado». «Ahora se habla de un post-machismo, pero sigue siendo el mismo machismo de siempre», aclaró Teresa Lozano Lázaro.

Esto ocurre porque «nuestras sociedades son un poco reaccionarias a los cambios incluso positivos», señaló Zua Méndez, quien advirtió no solo de la lentitud y complejidad del proceso sino de los intentos por boicotearlo. «Hay que intentar que no ensucien el debate con mentiras o tergiversaciones. No dejan de repetir que somos totalitaristas, 'hembristas' o que queremos controlar el mundo y, al final, la gente se lo puede creer porque es lo cómodo y porque así no te tienes que replantear nada en tu vida. El feminismo no es un camino fácil», en tanto que «cuando llegas a él y empiezas a ver la realidad que te rodea desde la perspectiva feminista, todo se pone en cuestión: la relación que has tenido con tu propio cuerpo (las mujeres vivimos con una presión estética brutal), la relación con tu pareja, con tus padres, con tus hijos, las decisiones en el ámbito laboral o cómo tú has tratado a otras mujeres porque nos hacen creer que todas somos muy envidiosas, que el peor enemigo de una mujer es otra mujer».

Es un síntoma de la 'alineación' de la mujer, que no de su machismo, término que rechazan para explicar unos comportamientos «inoculados como un veneno» y que explicarían discursos de mujeres en contra de la ley de violencia de género o que reconocen que les gusta ser piropeadas. «Las propias mujeres reproducimos comportamientos machistas porque tenemos la misoginia interiorizada y porque, y esto lo repetimos mucho, todos somos machistas porque nuestra cultura lo es», señalaron.

Un 8M politizado

Resaltaron que el feminismo es política y acusaron a los partidos de «politizar» la manifestación del 8M publicando días antes discursos desligándose de ella o apostando por un determinado tipo de feminismo. «Si eres feminista no puedes ser de un partido político que recorta en medidas sociales cuando son las mujeres las primeras perjudicadas. Si no tienes conciencia de clase es muy complicado que entiendas el discurso feminista y que entiendas las políticas que necesita. Porque el feminismo es una ideología social y política, pero se tiene que poner en práctica». En este sentido, defendieron que el feminismo va ligado al anticapitalismo per se «porque la sociedad tal como está montada a día de hoy a quien más perjudica es a las mujeres, sobre todo a las empobrecidas y migrantes».

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