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Descarga de merluza en el muelle pesquero del puerto de Avilés. MARIETA
Malestar en el sector ante la reasignación de cuota de merluza

Malestar en el sector ante la reasignación de cuota de merluza

Pesca afronta en diciembre unas duras negociaciones en la Unión Europea para evitar la reducción de capturas de merluza

FERNANDO DEL BUSTO

AVILÉS.

Sábado, 18 de noviembre 2017, 01:19

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El final de año es un mes complejo para el sector pesquero que, por una parte, atiende a la siempre rentable campaña de Navidad y, por otra, mira las negociaciones de las cuotas de pesca para el siguiente ejercicio, que se realiza en Bruselas. Este año, la negociación que abordará la Secretaría General de Pesca se presenta especialmente compleja para España, y Avilés puede salir especialmente mal parada.

El informe preliminar de la Comisión Europea plantea abiertamente una reducción de la cuota de merluza y jurel en el Cantábrico. La primera especie es fundamental para los desembarcos en Avilés. A ello se une que el documento abre la puerta a recortes en la pesquería del Mediterráneo. La tarea de la Secretaría General de Pesca es titánica y se plantea complicada para atender los intereses de dos flotas diferentes.

En este panorama, el sector pesquero se encontró a principios de noviembre con una reasignación de cuota que ha contribuido a tensar los ánimos al considerar que, por una parte, falta planificación en Madrid y, por otra, existe la sensación de que desde la Dirección General de Pesca no se transmite adecuadamente la situación del sector en la región.

La reasignación de cuotas es un mecanismo previsto en la política pesquera común. Permite que, dentro del total admisible de capturas de un estado transferir capacidad de pesca de un arte a otro o entre buques diferentes. En este caso, el trasvase se realizó entre diferentes modalidades de extracción. En concreto, se restó un millón de kilos del arrastre del Cantábrico para repartir entre volanta (el 43%), palangre (22%) y artes menores o artesanales (el 35%).

El malestar surge por dos razones. La primera es que, habiéndolo recibido en noviembre, parte de los barcos no van a poder consumir antes de final de año toda su capacidad de pesca. El total admisible de capturas se gestiona en la actualidad en función del barco y estas artes, a medida que avanzaba el año, reservaban parte de su cuota para llegar a diciembre con capacidad de pesca suficiente.

La campaña de Navidad es siempre un momento de buenos precios, en la que la flota incrementa sus ingresos. Como al inicio del año sabían de la capacidad de pesca de la que disponían, a lo largo del ejercicio dejaron de realizar capturas que ahora ven que podrían haber efectuado con la consiguiente pérdida de ingresos y sin ningún tipo de compensación.

El total admisible

El segundo motivo es que con esta reasignación se evidencia un mal reparto inicial de la cuota, con el riesgo de que la negociación de los límites para el próximo año comience en ese punto de partida. A principios del año, el arrastre del Cantábrico podía pescar hasta tres millones de kilos, en números redondos, de merluza, pero terminará el año con un máximo de 1,9 millones y que, posiblemente, haya agotado.

Sin embargo, las otras modalidades habrán incrementado su capacidad de capturas. La volanta pasará de 1,1 millones de kilos de merluza a 1,6 millones que no agotará; el palangre de 569.000 kilos a 808.602 kilos y las artes artesanales de 825.000 kilos a un 1,1 kilos. En el conjunto de las tres artes, se trata de 1,9 millones de kilos con la certeza de que no se podrán agotar antes de fin de año.

Para el sector, ese margen podría servir para amortiguar el impacto del posible recorte, incluso para llegar a evitarlo apelando al carácter sostenible de las modalidades reforzadas.

No obstante, tampoco se olvida que el mayor peligro para la sostenibilidad de los caladeros son las flotas de arrastre francesas e irlandesa que utilizan técnicas de arrastre prohibidas en España, como el tren de bolos.

La aspiración de la Comisión Europea es lograr unos límites de capturas que mantengan la biomasa estable. En este objetivo, la negociación del total admisible de capturas deberá pasar a a ser bienal a partir de este año, si no se introducen cambios.

El temor del sector es que si las asignaciones de cuota se realizan con los datos previos a la reasignación sus resultados se lastren para dos ejercicios, con el consiguiente perjuicio económico. Además de no tener reconocido esa capacidad en el registro histórico.

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