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Manifestación de los trabajadores en las oficinas de la CTEA y dos autobuses atacados en la primera jornada de huelga

Manifestación de los trabajadores en las oficinas de la CTEA y dos autobuses atacados en la primera jornada de huelga

La compañía denuncia actos vandálicos contra dos vehículos, unos incidentes que han sido condenados también por el comité de empresa y de los que se desconoce la autoría.

giovanna f. bermúdez

Martes, 24 de diciembre 2019, 18:21

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La primera jornada de huelga en la Compañía de Tranvía Eléctrico de Avilés comenzó con concentraciones de trabajadores, desde las 6 horas de la mañana, en las oficinas de la avenida Conde de Guadalhorce, lugar desde el que salen los autobuses de línea regularmente. Durante la jornada dos vehículos de la compañía sufrieron actos vandálicos que provocaron roturas de lunas, unos ataques que han sido denunciados por la CTEA ante la Policía Nacional, pero que también han sido condenados por los miembros del comité de empresa, quienes aseguran no conocer a los autores y consideran que la persona que los haya realizado «hace un flaco favor a sus compañeros».

Según informa la compañía, los incidentes tuvieron lugar a las 7.20 horas, cuando el autobús de la Línea 6 (Los Campos-Hospital) recibió un impacto que entró por una luna del vehículo y salió por otra, causando el destrozo de ambas. Y posteriormente, a las 8.15 horas, se produjo un ataque al vehículo que cubría la línea 1 (Piedras Blancas-La Luz), con un impacto que también causó la rotura de una luna. Ambos autobuses iban en marcha en el momento de los incidentes, algo que según explican desde la CTEA, que ya ha denunciado el suceso, «genera un claro peligro para la seguridad de los conductores y para la circulación».

El secretario del comité de empresa, Ramón Luis Blanco, condenó también este tipo de actos que, según asegura, no se produjeron durante las concentraciones programadas en el lugar de salida de los vehículos. «No sabemos quien fue, hasta ahora hemos llevado la huelga con cuidado de respetar los servicios mínimos y nosotros no estamos de acuerdo con este tipo de actos que esperamos que no se vuelvan a repetir porque además dañan la imagen de la protesta», explicó el representante de los trabajadores afirmando que «en la entrada a las oficinas nadie paró los autobuses ni se les puso ningún problema».

De los 50 trabajadores de la plantilla, una treintena se movilizó esta mañana según los datos del comité de empresa. «La huelga está secundada por el 100% de los trabajadores indefinidos, la gente que está trabajando son personal eventual y los compañeros que deben cubrir los servicios mínimos», explicó Blanco.

Los trabajadores, que tienen programadas otras dos jornadas de huelga los días 31 de diciembre y 5 de enero, creen que las protestas deberán continuar ya que la principal petición que hacen a la empresa, el compromiso escrito de que las imágenes grabadas con el nuevo sistema de videovigilancia no se podrán utilizar para sancionar a los trabajadores, no ha sido aceptada por la CTEA, quien justifica el uso de las cámaras como instrumento para mejorar la seguridad de los pasajeros.

«Las cámaras no son eficaces dentro del autobús porque no dan una visión general del vehículo y solo enfocan al conductor y a la persona que realiza el pago del billete. Nosotros no nos negamos al uso de cámaras, pero pedimos que se instale un sistema similar al de otras ciudades como Gijón, donde se graban las salidas del autobús y se colocan las cámaras más altas para ver todo lo que sucede atrás», explicó la presidenta del comité de empresa Argentina Martínez.

Los trabajadores consideran que la actual posición de las camaras tiene «una intención sancionadora», por lo que piden que «si el sistema instalado ya en el mes de octubre permanece, se entregue por escrito el compromiso de que no se podrán utilizar las imágenes para sancionar a los empleados».

La CTEA asegura que la instalación de este sistema de vigilancia estaba contemplada en las mejoras del servicio acordadas con el Consorcio de Transporte de Asturias, pero los trabajadores defienden que en dicho documento la instalación de las cámaras es un elemento opcional. Además, los miembros del comité consideran que la empresa no puede «alardear de su preocupación por la seguridad cuando aún no ofrece a la totalidad de su plantilla los descansos de 30 minutos por cada seis horas trabajadas y de 45 minutos por cada 9 horas de trabajo».

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