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Los jóvenes artistas de la Fundación Vinjoy junto a una de las piezas de la exposición inaugurada ayer en la Factoría Cultural. MARIETA
Modelando ilusiones en la Factoría

Modelando ilusiones en la Factoría

Hasta el 8 de enero, la Factoría Cultural expone el trabajo de once jóvenes artistas con discapacidad intelectual

EVA FANJUL

AVILÉS.

Martes, 5 de diciembre 2017, 00:40

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«Me gustó mucho la experiencia porque pude descubrir a Mondrian y Kandinsky» afirma satisfecho Pablo Fernández. Él es uno de los once jóvenes alumnos de la Fundación Vinjoy con discapacidad intelectual y auditiva que, sin ningún tipo de conocimiento artístico previo, se embarcaron en el proyecto 'Modelando ilusiones', que les ha revelado como auténticos creadores.

Ahora, toda esa experiencia educativa se refleja en una exposición, que ayer se inauguró en la Factoría Cultural con la presencia entre otros de la alcaldesa Mariví Monteserín y la consejera de Bienestar Social, Pilar Varela. Una pequeña representación de un trabajo más amplio en el que puede comprobarse la evolución de los alumnos desde sus primeras piezas, esculturas muy elementales, a los diseños llenos de color y creatividad con los que concluyeron el proceso.

Una de esas cerámicas, titulada 'Amistad', la de Noemí Fernández, se convirtió en la figura oficial que se entrega con los premios 'José Lorca'. «Esto me aportó mucho y me ha hecho muy feliz», afirma la joven.

En 2013, la Fundación Vinjoy puso en marcha esta iniciativa educativa e innovadora, en colaboración con la Factoría Cultural, en la que los alumnos tuvieron plena libertad para expresarse artísticamente. Entre sus objetivos estaba fomentar la creatividad, la sensibilidad artística, mejorar las habilidades sociales, lingüísticas y afectivas así como otros aspectos como la motricidad fina. «Lo más importante ha sido cómo ha mejorado el concepto de sí mismos. Son chavales muy acostumbrados al fracaso que han trabajado muy duro y para los que recibir este reconocimiento es crucial», explica la pedagoga Arabela Fernández.

La actitud y creatividad de los muchachos ha sorprendido a los profesores. «Han sido capaces de crear por sí mismos como cualquier otro artista y trabajar con ellos es increíble, siempre dispuestos, atentos y respetuosos. Y lo mejor es el cariño, algo excepcional que demuestra la valía de estas personas» explica Avelino García, diseñador del proyecto.

Para ellos el resultado ha sido muy positivo. «No valorar con objetividad el valor artístico real del trabajo, independientemente de su condición intelectual, no sólo sería un acto paternalista sino una falta de respeto». Afirma Adolfo Rivas, director de la Fundación Vinjoy.

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