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Esther Rodríguez, coordinadora de Apramp. MARÍA FUENTES
«El 80% de las mujeres prostituidas son explotadas de forma coactiva»

«El 80% de las mujeres prostituidas son explotadas de forma coactiva»

«Por suerte en Asturias no vemos menores, aunque sí chicas muy jóvenes, con apenas los dieciocho recién cumplidos, pero en Madrid o Murcia sí» | Esther Rodríguez, coordinadora de Apramp

RUTH ARIAS

avilés.

Lunes, 9 de marzo 2020, 01:23

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La psicóloga castrillonense Esther Rodríguez lleva diez años trabajando en Apramp (Asociación para la reinserción de la mujer prostituida), una entidad que se estableció en Avilés en el año 1998 y que desde entonces ha estado ayudando a las mujeres que se encuentran en esta situación.

-Esta semana se ha juzgado a un ciudadano rumano que obligaba a mujeres a prostituirse en Llano Ponte. Dos de ellas habían denunciado. ¿Es una situación habitual?

-No, de hecho es muy poco común. Es muy difícil que las mujeres lleguen a denunciar por motivos muy diversos, aunque el principal es el miedo, porque ya que están muy amenazadas. Los proxenetas conocen todo de ellas, de dónde son, si tienen hijos o hermanos... En el caso de los rumanos, se sirven del método 'lover boy': un método de captación por el que les hacen creer que son sus parejas y esto también dificulta la denuncia, porque para ellas es denunciar a su pareja.

-¿No se reconocen como víctimas?

-En muchas ocasiones no, algunas piensan que es parte del precio que tienen que pagar por ese proceso migratorio, aún habiendo indicios más que suficientes como el engaño, la deuda, que viven y trabajan en el mismo lugar, las amenazas...

-¿Lo ven normal?

-A veces lo normalizan.

-¿Es la trata la situación más común en la mujer prostituida?

-Para que se considere trata tienen que darse tres elementos, que se recogen en el Protocolo de Palermo: unas acciones, unos medios y unos fines: que se capte a las mujeres, se las transporte y se las acoja en el destino, mediante la fuerza, amenaza o la coacción, aprovechando su vulnerabilidad, y utilizarla con fines de explotación, en este caso sexual. Y en esta situación, junto con la explotación coactiva, consideramos que están alrededor del 80% de estas mujeres.

-¿De qué deudas estamos hablando?

-Las deudas que arrastran las mujeres, por ejemplo de Nigeria, están en torno a los 60.000 euros. Son con diferencia las que tienen deudas mayores con las redes. Y luego no es una deuda estanca, sino que va creciendo porque les ponen sanciones económicas, además del castigo físico, por determinadas cosas o conductas, como por ejemplo no estar a la hora en el salón.

-¿El putero es consciente de esto?

-Yo creo que algunos sí, pero otros no. Por eso es tan importante hacer sensibilización en los hombres, que son los que consumen servicios de prostitución. Por eso tenemos un programa en los institutos con los chavales de cuarto de la ESO y Bachiller, para que conozcan esta realidad tan desconocida e invisible. Si conseguimos reducir la demanda, las redes no van a tener un negocio tan lucrativo y dejarían de traer a las mujeres. Actualmente la trata de mujeres es el segundo negocio ilícito más lucrativo después del tráfico de armas. Ha sobrepasado al de las drogas, y el motivo es claro, ya que la droga se vende una vez, pero el cuerpo de una mujer se vende muchas veces.

-¿Hay más presión policial sobre la droga que sobre las redes de trata?

-Quizás sí, pero lo que también veo es que los cuerpos de seguridad están mucho más sensibilizados que hace unos años.

-¿Cómo se sale de esta situación?

-No todas las mujeres salen de la misma manera. En palabras de Rocío Nieto, fundadora de Apramp, «es muy fácil entrar, pero es muy difícil salir». Hemos logrado cambiar la realidad de muchas mujeres sacar a chicas que ahora tienen una vida fuera del control de las redes y los explotadores. Lo que está claro es que necesitan redes de apoyo y asistencia psicológica, porque han vivido violencia extrema y sufren estrés pos traumático.

-El perfil de las mujeres prostituidas ha cambiado mucho en los últimos años, al menos en Avilés.

-Sí. Cuando Apramp empezó en 1998, la mayoría eran españolas toxicómanas que lo hacían para costearse las drogas, pero a partir de la década siguiente las cosas comenzaron a cambiar. Ahora el 90% son inmigrantes, y el reclamo muchas veces ya no es que haya una brasileña o una colombiana, sino que haya una española.

-Eso suena casi como ir al supermercado.

-Solo hay que ver los foros de los puteros y el tipo de comentarios que hacen, que es como si hablaran de un coche o de una moto. Es la cosificación más absoluta de la mujer. Los hombres son prostituyentes.

-Hablamos de inmigrantes pero... ¿hay menores?

-Por suerte en Asturias no, o al menos nosotras no las vemos, no llegamos a ellas. Lo que sí hay son chicas muy jóvenes con apenas los 18 recién cumplidos. Pero las compañeras de Madrid, Murcia y Almería sí ven menores.

-¿La mujer que se prostituye voluntariamente para ganar un dinero fácil es un mito?

-No es una opción libre, siempre está condicionada por circunstancias sociales, económicas, vitales... totalmente desfavorables. Puede ser un dinero rápido, pero desde luego no es fácil.

-Entiendo que defienden la abolición, y no la regulación.

-Es que esto no es un trabajo. Solo perpetúa un mundo machista y patriarcal donde el hombre es un doble beneficiario como proxeneta y como cliente. Esto no se trata de elegir entre peluquera o abogada, tiene otros tintes muy diferentes.

-El debate lleva muchos años sobre la mesa y no se acaba de resolver.

-Pues es cierto.

-¿Es frecuente la violencia entre cliente y prostituta?

-Sobre todo en la prostitución de calle, que es la modalidad más peligrosa.

-Hace unos meses asesinaron en un piso a Paloma Barreto, una mujer transexual, aunque parece que no fue un cliente. ¿Ellas son conscientes del riesgo?

-No. Con el acusado tenía una relación sentimental, pero ese caso removió muchas conciencias, incluso a ellas. Tienen miedo.

-Hablamos de pisos, pero parece que hay menos clubes.

-Sí, han cerrado muchos, pero eso no quiere decir que la prostitución haya disminuido. Solo que los pisos son más invisibles, y así también es más difícil para la policía.

-¿Qué les pedirían a los gobiernos?

-Una ley integral contra la trata.

-¿Y a nivel local?

-Estamos muy agradecidos al Ayuntamiento, así que solo pedimos que sigan sensibilizados y colaborando con la entidad.

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