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La imagen muestra las antorchas que generaron la humareda durante el incidente registrado el miércoles por la tarde. LVA
Arcelor atribuye la nube negra a la caída de un árbol sobre el tendido

Arcelor atribuye la nube negra a la caída de un árbol sobre el tendido

Reitera que el accidente dejó a toda la factoría sin suministro y obligó a quemar en las antorchas los gases que genera la producción de cok

J. F. GALÁN

AVILÉS.

Sábado, 20 de enero 2018, 03:27

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ArcelorMittal atribuye a la caída de un árbol sobre una línea de suministro el corte energético que, según la empresa, dejó el miércoles sin electricidad a toda la factoría de Avilés durante 45 minutos. El gas que genera la producción de cok en baterías pasó entonces a quemarse en las antorchas, un sistema de emergencia diseñado para evitar exceso de presión en los hornos que se activa automáticamente ante un fallo en la instalación en la que en condiciones normales se lava dicho gas, la planta de subproductos. La consecuencia fue la humareda que alarmó a parte de la población y que, según los ecologistas, disparó los niveles de contaminación, un nuevo incidente de carácter medio ambiental que ha llevado al Principado a abrir un expediente de investigación, el enésimo.

El árbol habría sido talado por una empresa o particular sin relación alguna con la compañía e impactó sobre el tendido a su paso por la vertiente gijonesa de Monte Areo, interrumpiendo el suministro. La empresa, que desde el primer momento asegura que no hubo peligro para la población, anuncia que estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra los responsables de la tala del árbol «como causantes de los daños ocasionados».

Las antorchas se encienden con relativa frecuencia, ocasionando siempre la consiguiente humareda. El último precedente, el pasado 30 de noviembre se atribuyó igualmente a un corte en el suministró energético. La duración fue menor, quince minutos, y en consecuencia las proporciones de la humareda también fue más reducida.

La empresa baraja acciones legales contra el responsable «por los daños causados»

El incidente ha vuelto a poner en tela de juicio la seguridad de las baterías, cámaras refractarias en las que se calienta carbón a una temperatura de unos mil grados y producen, mediante destilación, una piedra porosa con alto contenido en carbono y gran poder calorífico, el cok que alimenta los hornos altos.

Las de Avilés cumplirán 62 años el próximo día 10, y lógicamente acusan el paso del tiempo. Se han quedado obsoletas, y son la fuente de numerosos efectos contaminantes. El más grave de los recientes fue el escape de gas que en abril del año pasado provocó un nube tóxica que llegó al centro de Avilés, provocando episodios de irritación en vías aéreas en numerosos viandantes.

El Principado, que calificó el incidente de «muy grave», anunció entonces la apertura de un expediente sancionador que podría derivar en una multa de entre 200.000 y dos millones de euros, y cuyas conclusiones a día de hoy aún se desconocen. La Fiscalía también incoó diligencias investigadoras. El plazo era de seis meses, prorrogable, y al igual que el expediente administrativo el resultado tampoco ha salido a la luz.

Arcelor tiene previsto apagar definitivamente las baterías de Avilés una vez estén plenamente operativas las que proyecta construir en Gijón, que también contarán con un sistema de seguridad basado en antorchas. A la espera de que comiencen las obras, podrían iniciar actividad en 2020, y al menos hasta entonces las de Avilés se mantendrán encendidas las 24 horas del día, unos 240 deshornados diarios.

Lo que reclaman las administraciones, los partidos políticos, los ecologistas y en general la población es que Arcelor realice el mantenimiento necesario para garantizar las seguridad y evitar nuevos episodios contaminantes. La empresa asegura que lo hace y recuerda que, al margen de los 120 millones de euros que costarán las nuevas baterías de Gijón, ha aprobado recientemente una serie de medidas encaminadas a reducir el impacto ambiental de su actividad que requerirán una inversión de ochenta millones de euros.

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