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La nueva vida de los perros de La Luz

La nueva vida de los perros de La Luz

De los 153 canes que hace un año salieron de las instalaciones, solo una docena siguen sin hogar | «Hemos vivido una respuesta solidaria sin precedentes tanto de otras protectoras como de forma individual»

Yolanda De Luis

Avilés

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Domingo, 14 de julio 2019, 01:35

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El 5 de julio del año pasado el Ayuntamiento daba la orden de desalojo de la perrera ilegal de La Luz en la que desde 2005 se habían ido acumulando animales hasta llegar a superar la centena. La Fundación Protectora de Animales de Asturias fue el brazo ejecutor y junto a ella numerosas protectoras que han conseguido que un año después solo una docena de animales, de los 153 que salieron de las precarias instalaciones, no tengan todavía un nuevo hogar.

En las instalaciones que la Protectora tiene en Siero solo queda 'Reina' por ser adoptada, junto a ella están 'Trapo' y 'Micro', dos hermanos que pronto viajarán a Alemania a iniciar una nueva vida. «Hemos vivido una respuesta solidaria sin precedentes, tanto de otras protectoras como de muchas personas de forma individual, desde los veterinarios, los voluntarios que trabajaron durante los cinco meses que duró el desalojo, a los hogares de acogida y luego quienes les han adoptado», destaca Alejandra Mier, secretaria de la Fundación Protectora de Asturias.

Recuerda que en la coordinación con el Principado de este plan de evacuación de los animales de la perrera ilegal se había establecido que estarían fuera como muy pronto en un año. La intervención comenzó el 5 de julio y finalizó el 6 de diciembre, es decir, en cinco meses se había logrado sacar los 147 perros censados el primer día, que al día siguiente se convirtieron en 153, ya que una de las perras parió seis cachorros.

Entre las entidades que colaboraron para conseguir que la mayor parte de aquellos perros hacinados en La Luz sean felices hoy con sus nuevos dueños están protectoras como Una y Mil Huellas, Espertar Animal o Alma Animal. La primera consiguió hogar de adopción para todos los animales que de La Luz que recogió, en las otras dos están como en la Protectora, les queda uno a cada una.

Para llegar a ese momento en el que es posible que estos animales convivan con un nuevo dueño ha habido en muchos de los casos un largo e intenso trabajo, incluso con adiestradores, porque habían nacido en las instalaciones de La Luz y convivir con una familia en una vivienda era algo completamente nuevo para ellos.

«Es increíble como se han volcado muchas personas porque adoptar a un perro ya es un gesto solidario importante, pero además adoptar a uno que tiene un trauma o secuelas del mal cuidado en las instalaciones, es de un gran mérito que hay que agradecer infinitamente a quien lo hace», apunta Mier.

Adopción internacional

En este proceso de desalojo de la perrera de La Luz jugó también un papel importante la adopción internacional. A lo largo de este año se han organizado por la Protectora varios dispositivos que han permitido viajar a Alemania, Holanda y Suiza muchos animales recogidos en La Luz. El próximo será en el que viajen 'Trapo' y 'Micro'. Alejandra Mier, gran conocedora de la realidad europea en materia de protección y adopción animales, viene destacando en este año precisamente la alta concienciación existente en estos países en cuanto al cuidado de los animales, en donde muchas de las protectoras y albergues tienen lista de espera de gente que quiere llevarse a un animal adoptado a su casa.

A la situación insostenible de lo que en principio fue un pequeño refugio en el que 'Miluca' recogió a algunos animales abandonados se llega por la falta de una albergue de animales en la comarca. En los últimos años ya le dejaban los perros abandonados en la puerta que ella acogía y cuidaba ayudada por un grupo de personas voluntarias. Al final había más de un centenar de animales en unas infraestructuras hechas a base de madera en la que se iban juntando cada vez más y más animales. Todo ello hizo que las denuncias por el estado del albergue se sucedieran hasta desembocar en el desalojo, no obstante, antes de ese momento la propietaria había presentado un proyecto en el Ayuntamiento con el que trataba de regularizar la situación, sin embargo, nunca llegó a ser aprobado. Ahora reclama que se le devuelvan las tasas pagadas por ese proyecto.

Perrera comarcal

Mientras, el Ayuntamiento de Avilés impulsó en los últimos años la creación de un consorcio con el objetivo de construir eses albergue que de servicio con calidad a la comarca. Finalmente en esta entidad supramunicipal no solo están los municipios del entorno, Castrillón, Corvera, Illas, Gozón, Soto del Barco, Pravia y Muros del Nalón, sino que se han sumado otros como Carreño, Candamo, Llanera y Las Regueras.

Hasta el momento los pasos dados por estos once ayuntamientos apuntan a la adquisición de una finca, propiedad precisamente de la Fundación Protectora de Animales de Asturias, en Carreño para la construcción de las instalaciones. No obstante, como es habitual en los últimos años en los que se ha intentado la construcción de este albergue, ya ha comenzado también a dar sus pasos el rechazo vecinal.

Se trata de una parcela que se ubica en los límites entre Corvera y Carreño, en la parroquia de Tamón. Al concurso abierto por el consorcio para que los propietarios presentaran sus propuestas concurrieron finalmente seis parcelas y después de que los técnicos analizaran cada una de ellas han sido estos terrenos, que tienen en torno a 15.000 metros cuadrados, los seleccionados. Ahora queda que se reúna el consejo del consorcio, formado por representantes de todos los ayuntamientos, para adoptar la decisión final.

La última perrera que había en la comarca de Avilés se situaba en las dunas de El Espartal y fue demolida en el año 2001. A día de hoy hay un servicio de recogida de animales abandonados que el Ayuntamiento de Avilés mantiene contratado a una empresa, cuyos servicios han de ser requeridos a través de la Policía Local.

'Alba', como se llamaba cuando estaba en La Luz. / 'Freya' con Estela Sésar en la playa.
'Alba', como se llamaba cuando estaba en La Luz. / 'Freya' con Estela Sésar en la playa.

Estela Sésar - Adoptó a 'Freya'

«La adopté en cuanto fue posible hacerlo»

Estela Sésar era voluntaria en la Fundación Protectora de Animales de Asturias cuando se produjo el desalojo de La Luz. La perrita más pequeña que llegó de allí a las instalaciones de Siero fue 'Alba', todavía no había abierto los ojos. Luego nacieron seis cachorros que le quitaron el título. Estela lo tenía claro, 'Alba' iba a vivir con ella en Oviedo, donde reside. «Yo la veía cada día, pero era todavía demasiado pequeña; toda la vida tuve perros y me acababa de independizar y tuve claro que esa cachorra que solo tenía ganas de jugar se iba a ir conmigo», cuenta. Ahora es 'Freya'. Su juventud hizo que rápidamente se adaptara a su dueña y a la vida en un nuevo hogar. La adopción es una experiencia que Estela Sésar repetiría sin dudarlo.

'Xana', cuando llegó a casa de Marco Valencia. / 'Xana' ahora, en primer plano, junto a 'Sol'.
'Xana', cuando llegó a casa de Marco Valencia. / 'Xana' ahora, en primer plano, junto a 'Sol'.

Marco Valencia - Adoptó a 'Xana'

«Lo que más me sorprendió fue su adaptación»

Marco Valencia vive en Gijón y adoptó a 'Xana' a través des Alma Animal, una de las entidades que colaboró con la Protectora en el desalojo de La Luz. «Acabamos de cumplir un año juntos el 12 de julio», cuenta. Ya tenía otro perro adoptado, 'Sol', que había venido de La Felguera, pero «viendo todo lo que había en La Luz pensé que alguien tenía que hacer algo y no lo dudé». 'Xan'a tiene muchas secuelas que su nuevo dueño atiende cada día como es una enfermedad crónica en los oídos, además de una oreja desgarrada, la falta de dientes o la lengua partida. Además cuando llegó con él no tenía musculatura, algo claramente superado. «Lo que más me sorprendió es que se adaptó muy bien, con 'Sol' fue más largo», cuenta.

'Beethoven' en las instalaciones de La Luz. / Rocío Álvarez con 'Beethoven'.
'Beethoven' en las instalaciones de La Luz. / Rocío Álvarez con 'Beethoven'.

Rocío Álvarez - Adoptó a 'Beethoven'

«No lo cambiaríamos por nada»

Rocío Álvarez, de Las Vegas, adoptó a 'Beethoven' la pasada Navidad. No sabían que era un perro de La Luz, la familia vio un video de él de la protectora Una y Mil Huellas y hubo flechazo. Para entonces llevaba dos intentos de adopción y estaba en un adiestrador en Arriondas. Siete meses después sus problemas psicológicos siguen, aunque no con la familia, sino cuando está en la calle. «Al principio fue muy difícil, tenía mucho miedo y mordía por todo, ahora sabemos que no puede estar suelto en la calle, pero con la familia es fabuloso». Han sabido darle su espacio y su tiempo para que se adapte que ha hecho «que cambie como de la noche a la mañana». Tiene problemas de salud irreversibles. No importa, la familia «no lo cambiaría por nada».

'Whisky' también adoptó a 'Tekila' rápidamente. / 'Tekila' es ahora feliz en su casa de Oviedo.
'Whisky' también adoptó a 'Tekila' rápidamente. / 'Tekila' es ahora feliz en su casa de Oviedo.

Manuel García Arango - Adoptó a 'Tekila'

«Al principio no tenía emociones, ahora es la bomba»

'Guindi' se convirtió en 'Tekila' en casa de Manuel García Arango en Oviedo. Ya tenía otro perro ('Whisky') y una gata ('Brandy'), también adoptados. A través del Facebook conoció la historia de La Luz y quiso hacer algo. Él adoptó a 'Tekila' cuando murió 'Tati', otro perro que tenía. «Había estado viviendo años en La Luz, al principio no tenía emociones, no sabía ni comer en su comedero. Ahora es un perro irreconocible, es la bomba, todo el día corriendo, saltando», cuenta Manuel García sobre el proceso de adaptación. 'Tekila' aprendió pronto lo que es el collar y la correa y también a querer a sus nuevos dueños. No ha sido un camino fácil, pero en él Manuel ha tenido un aliado en 'Whisky', que también adoptó a 'Tekila'.

'Nana' el día que llegó a casa de María Canga. / 'Nana', ahora.
'Nana' el día que llegó a casa de María Canga. / 'Nana', ahora.

María Canga González - Adoptó a 'Nana'

«Es una experiencia que recomiendo»

María Canga vivió rodeada de animales junto a sus padres. Hace un año se independizó y su novio nunca había tenido un perro. «Estoy en contra de comprar perros de raza y mi amiga Laura, que trabaja de voluntaria en Alma Animal me habló del caso de la perrera de La Luz y no dudé». Fue allí conoció a 'Nana', «fue una experiencia muy emocional y cada día es mejor. Estos perros vienen de pasarlo muy mal y ver que cada día cogen más confianza contigo es una experiencia que recomiendo a todo el mundo que quiera tener perro». María no tiene ninguna duda, sería algo que repetiría. 'Nana' era una perra muy tímida y miedosa al principio, ahora es una perra «muy divertida y muy activa».

El trabajo de desalojo de la perrera de La Luz. / 'Trapo' y 'Micro' en la Protectora.
El trabajo de desalojo de la perrera de La Luz. / 'Trapo' y 'Micro' en la Protectora.

Protectora de Asturias - 'Trapo' y 'Micro'

«Requiere mucho trabajo y tranquilidad»

La Fundación Protectora de Animales de Asturias utilizó todos los recursos a su alcance para el desalojo de la perrera de La Luz. Además de 'aprovechar' la solidaridad del resto de asociaciones animalistas, también ha recurrido a la adopción internacional como solución, como va a suceder con 'Trapo' y 'Micro'. Pero hasta que ese momento llegase, los perros han permanecido o en casas de acogida o en las instalaciones de la entidad en Siero. Ese tiempo, como con el caso de los perros adoptados por familias, ha sido de un intenso para recuperar el bienestar de los animales. «Requiere mucho trabajo y tranquilidad, porque lo que tienen es mucho miedo al principio, todo es nuevo para ellos, pero poco a poco se acostumbran».

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