Un nuevo golpe para la organización tras el cierre del mueblero

Dejar el albergue de transeúntes supone un golpe para el trabajo de Cáritas en Avilés, donde no es la primera vez en los últimos tiempos que se ve obligada a cesar alguno de sus servicios habituales. Hace ahora alrededor de un año que tuvo que cerrar el mueblero que tenía en los bajos de la iglesia de San Agustín y desde el que abastecía no solo de muebles, sino también de otros artículos del hogar a familias sin recursos que previamente habían sido donadas a la entidad. Sus voluntarios los restauraban y los ponían a punto antes de entregarlos. Fue un problema burocrático el que motivó el cierre de esta instalación, que se había remozado poco antes, a principios de 2016.