La ordenanza de animales entrará en vigor este viernes sin sanciones los tres primeros meses

Destacan particularmente las nuevas sanciones que se aplicarán a los dueños de animales de compañía por incumplimiento de dichos artículos, multas que parten desde los 750 euros en el caso de las faltas leves, pero que pueden llegar hasta los 3.000 euros que se tendrán que pagar en el caso de las muy graves.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Avilés son conscientes de que memorizar las nuevas normas será un proceso lento y por eso se ha anunciado que habrá un periodo de tres meses de gracia hasta que se empiece a sancionar a los dueños de mascotas.

«Queremos darle a la gente un periodo de adaptación para que interioricen la nueva ordenanza, será de tres meses y de momento daremos instrucciones a la Policía Local para que proceda a informar a la gente sobre las nuevas normas y para que den avisos preventivos en caso de que se incumpla alguna», explica en este sentido el concejal de Mantenimiento Urbano y Participación Ciudadana, Jorge Luis Suárez.

Será por tanto a partir del mes de octubre cuando la nueva ordenanza de animales entre en vigor realmente y de manera efectiva. Hay cuestiones que el texto prioriza, como por ejemplo que los perros no pueden estar atados más de ocho horas al día, que si están en el exterior deben tener un espacio en el que guarecerse del mal tiempo, que no pueden permanecer en el interior de un vehículo solos más de media hora o que no se les puede dejar solos en casa más de un día, siempre con agua y alimento.

Entre las faltas más graves que recoge la nueva ordenanza, y cuyo incumplimiento supondrá multas de hasta 3.000 euros, está la incitación de los animales a atacar a otro animal o a una persona, el maltrato con collares de castigo, el aprovechamiento cinegético de gatos, matar o hacer daño intencionadamente a los animales o carecer de licencia especial de perros peligrosos, incluso se especifica la prohibición de criar animales de compañía para el consumo humano.

La ordenanza también obliga a los propietarios de perros a llevar consigo un bote con agua con el que limpiar las micciones de sus mascotas y se mantiene la obligación de recoger los excrementos en la calle y depositarlos en papeleras o contenedores. Asimismo, deberán evitarse las micciones en fachadas de edificios y mobiliario urbano. Estas faltas estarán calificadas como graves y supondrán multas de 1.500 euros en caso de incumplimiento.

También hay un capítulo de la nueva ordenanza que regula la estancia de perros en lugares públicos, uno de los puntos más polémicos entre los dueños de perros, principalmente por el desconocimiento que hasta ahora había de la ordenanza. Pues bien, la nueva norma establece que «todos los perros que circulen por las vías públicas, espacios libres públicos o privados de concurrencia pública» deberán ir sujetos siempre «con correa con una longitud máxima de dos metros, siendo obligatorio el bozal siempre y cuando exista un comportamiento peligroso manifiesto».

En recintos abiertos que no estén especialmente diseñados para los perros, por ejemplo el parque de Ferrera o cualquier otro parque público, los perros deberán estar siempre atados. Además, se establece que «se podrán regular un horario estacional de acceso a los parques, teniendo en cuenta la no utilización del espacio por personas en las inmediaciones a las que puedan molestar».