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Juan Luis Arsuaga protagonizó ayer una charla en el auditorio del Niemeyer. OMAR ANTUÑA
«El origen de la vida no fue simple»

«El origen de la vida no fue simple»

El antropólogo Juan Luis Arsuaga presenta un libro en el que plantea a los lectores si la aparición de los seres vivos fue inevitable

GIOVANNA F. BERMÚDEZ

AVILÉS.

Jueves, 12 de diciembre 2019, 01:01

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El origen de la vida en la Tierra, el proceso de evolución de los seres humanos o el tipo de existencia que puede darse en otros planetas son algunos de los temas que recoge en clave interrogativa el biólogo y paleoantropólogo, Juan Luis Arsuaga, en su nueva obra, 'Vida, la gran historia'. Un libro que presentó ayer el catedrático de la Universidad Complutense en el auditorio del Centro Niemeyer, en una conferencia organizada dentro del ciclo Palabra.

El actual director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos comenzó dejando claro, ante una sala que durante la tarde de ayer rozó el lleno, la intención que persigue con este libro, en el que no pretende «convencer al público» sino proporcionar toda la información que ha conseguido recabar a lo largo de su carrera, para que sean los propios lectores los que den respuesta a todas las preguntas que les puedan surgir durante la lectura. De hecho el final de su obra recuerda que «tiene un cerebro excesivamente complejo para pensar por usted mismo».

De esta manera el autor explicó al público que «la característica principal del pensamiento científico es la duda, puesto que a diferencia de la Iglesia, la ciencia no crea dogmas», verdades cerradas que no se puedan cuestionar. «Siempre llego a mis clases en la universidad recordando a mis alumnos que les llevo preguntas, si lo que quieren son certezas, deben buscarlas en otro tipo de edificio», señaló Arsuaga, para el que un buen científico es aquel que «tiene la actitud del 'no me lo creo' y tiene siempre un pensamiento crítico». Por esta razón su libro está lleno de preguntas a las cuales el propio lector debe responder tras terminar su lectura y reflexionar con la información que se le proporciona.

No es un libro sencillo, tal y como reconoció su autor, pero esto es algo que, según Arsuaga, no se puede pedir a la ciencia, disciplina con la que, en su opinión, la sociedad está siendo «injusta, puesto que le exige la sencillez que no pide a otros sectores», mientras se acepta la complejidad en aparatos que se utilizan diariamente. «Le pedimos a la ciencia una transparencia con la que no podría desarrollarse, no se pide a un cocinero que simplifique una receta porque entendemos que el resultado no sería el mismo, de igual manera que no podemos exigir a la ciencia que simplifique sus teorías», argumentó el biólogo, para el que una buena paella requiere de «tiempo, estudio y experimentación, puesto que no saldrá bien a la primera». Del mismo modo, explicó Arsuaga, la ciencia requiere de «interés, atención, concentración y varias pruebas» para poder desarrollarse y dar resultados.

Tras clarificar que este nuevo libro es una obra escrita desde el pensamiento científico y que requiere, además de tiempo de reflexión, de un cierto nivel en la materia para su total comprensión, Arsuaga entró de lleno en algunas de las preguntas que se presentan en su obra como el proceso de creación de la vida en nuestro planeta, que según el divulgador científico «no tuvo nada de simple».

Arsuaga argumentó la complejidad de este proceso basándose en dos razones. La primera que «si la aparición de la vida fuese algo sencillo, todos los días asistiríamos al nacimiento de nuevos organismos y esto no ha sucedido en el planeta Tierra desde hace 3.800 millones de años». Y la segunda porque «si este fuera un proceso sencillo se habría conseguido realizar en los laboratorios». El biólogo explicó que además del agua en estado líquido y el oxígeno, el ingrediente esencial para la aparición de vida en un planeta es el tiempo, que en el caso de la Tierra se trató de aproximadamente 300 millones de años, una cifra que «en términos científicos no es demasiado elevada».

Mucho menos es el tiempo que se tendrá que esperar para saber si hay vida en otros planetas. Según, Arsuaga, «en diez años daremos respuesta a esta pregunta si atendemos a la velocidad que llevan los avances en el conocimiento de otros planetas». El paleoantropólogo defiende que, debido a que actualmente somos capaces de conocer planetas fuera del sistema solar, sin viajar a ellos, solamente «observando su espectro», solo nos faltaría saber si hay agua y oxígeno en sus atmósferas para confirmar la probabilidad de que pueda albergar una vida, que según el biólogo, «sería seguramente bacteriana», es decir, simple.

Este tipo de vida fue la primera en aparecer en la Tierra, donde fue exclusiva durante 2.000 millones de años, cuando surgieron «por accidente» las células complejas, de las que estamos formados los seres humanos, algo que según Arsuaga ocurrió, pero que deja en la opinión del lector si pudo no haber pasado.

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