La plantilla de ArcelorMittal se moviliza por las excedencias

Mi nombre es Moisés Padín Guzón, me dirijo a vosotros para informaros sobre la situación que he estado enfrentando y que considero de gran importancia para todos». De esta manera comienza un escrito que ha comenzado a circular por los diferentes departamentos de ArcelorMittal donde su impulsor, un empleado, expone la negativa de la dirección a su readmisión después de haber solicitado una excedencia voluntaria.

La movilización comenzó de manera personal y ya supera las quinientas firmas en apoyo. Aunque Moisés tenía inicialmente la intención de recabar el apoyo de sus compañeros en la línea de hojalata de Avilés, el escrito ha comenzado a circular por otros departamentos y también en Gijón. Aunque fue una iniciativa a título personal, algunas centrales sindicales, en concreto la Corriente Sindical de Izquierdas, ha comenzado a movilizarse y a reclamar el apoyo.

Porque, como señala el graduado social contratado por Moisés Padín, «no se trata de un problema individual, es una estrategia para recortar un derecho recogido en el convenio colectivo».

El derecho al reingreso ocupando el mismo puesto se encuentra recogido en el convenio colectivo de ArcelorMittal y, hasta este momento, se venía aplicando sin problemas.

Moisés Padín, con contrato indefinido desde 2014, solicitó en 2022 una excedencia por un plazo de dos años. Cuando, el pasado septiembre, llegó el momento de su reingreso, se encontró con la negativa de la dirección.

«No se procederá a su reincorporación ahora, ni en el futuro», fue la respuesta recibida. En los contactos que mantuvo fue informado de que se modificaba la política de la siderúrgica porque «necesita deshacerse de gente». El futuro de la descarbonización supone una reducción de la plantilla y, de ahí, el mantra que comenzó a escuchar en sus consultas ante su sindicato y con diferentes responsables de personal: «Necesitan deshacerse de gente».

La única solución ofrecida por la empresa es un despido improcedente, lo que, de hecho, supondría laminar un derecho laboral recogido en el convenio de la compañía. De ahí la movilización a la que se está sumando cada vez más empleados de ArcelorMittal.

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