El Principado destina 1,2 millones a reparar la carretera de La Cruz de Illas a La Peral

El proyecto ya había sido aprobado en febrero de 2020 por lo que los precios han tenido que ser actualizados. Se mantiene, no obstante, el plazo estimado de ejecución, que sería de siete meses a partir del inicio de los trabajos de la empresa que resulte adjudicataria de este contrato público.

En los siete kilómetros que unen La Cruz de Illas y La Peral el firme actual presenta un estado de desgaste considerable y, además, en algunos puntos tiene hundimientos. Además, a ello se suma que en una de las zonas el talud presenta actualmente inestabilidad después de que se produjera un deslizamiento, por lo que para ese punto se proyecta la construcción de una escollera de sostenimiento de 20 metros.

Las obras se completarán con la mejora del drenaje de la carretera con el recrecimiento de la cuneta en algunos tramos, la instalación de nuevas barreras de seguridad, además de la reposición de las existentes, así como elementos de balizamiento y señalización en todo el recorrido.

Las empresas podrán presentar ofertas para hacerse con este contrato hasta el próximo 10 de julio y un día después comenzará el proceso de estudio de las mismas por parte de los técnicos, con lo que, de no surgir imprevistos en este trámite, después del verano podría estar adjudicada la obra para comenzar ya en el último tramo de este año.

El siguiente tramo de la carretera AS-237 es el que cruza La Carriona y llega hasta Buenavista. Los vecinos de esta zona no pierden oportunidad para reclamar la actuación en este vial que cruza todo el barrio y que actualmente, como enlace con la Autovía del Cantábrico, soporta un nivel de tráfico muy superior al previsto cuando se construyó, pero además no está dimensionada, con carriles muy estrechos entre edificios, para acoger el tráfico pesado que hoy soporta, lo que ha provocado ya varios accidentes que incluso han afectado a las viviendas.

Se encuentra también en este tramo el enlace que en su día se llamó provisional para dar salida hacia la Variante al tráfico proveniente del centro comercial, una rotonda para la que también se espera que el Principado le dé una solución desde hace más de dos décadas.