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Instalaciones de la depuradora de Maqua, a las que llega el colector industrial para conectar con el emisario submarino. MARIETA
Las pruebas para poner en servicio el colector industrial comenzarán en dos meses

Las pruebas para poner en servicio el colector industrial comenzarán en dos meses

El Principado asegura que las obras entran en su fase final con el objetivo de que pueda estrenarse a lo largo de la primavera

J. F. GALÁN

AVILÉS.

Domingo, 17 de diciembre 2017, 02:05

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La Consejería de Medio Ambiente tiene previsto iniciar en dos meses las pruebas necesarias para verificar el correcto funcionamiento del colector de la margen derecha de la ría con el fin de que entre en servicio en primavera, seis años después de que las obras concluyesen oficialmente. Una serie de problemas técnicos y de tensiones entre la Confederación Hidrográfica del Norte, organismo integrado en el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que ha ejecutado la instalación, y el Principado, encargado de su explotación, son las causas del retraso.

Ambas partes llegaron recientemente a un a cuerdo para desbloquear la situación. La Consejería de Medio Ambiente asume introducir una serie de mejoras en las que invertirá algo más de medio millón de euros que incluyen acondicionar el emisario submarino de Xagó. Los trabajos han sido encomendados a la empresa Tragsa y, según el Principado, entran en su recta final.

Confederación, por su parte, se encarga de sellar una serie de aliviaderos construidos en su día como vías de escape ante hipotéticas crecidas de caudal que desbordasen la capacidad de la instalación. En ese caso las aguas, que entran al colector una vez depuradas por las empresas que las generan, acabarían en la ría, como sucede ahora, extremo que según Confederación contemplaba la Ley en vigor cuando se construyó el colector pero no la actual.

Las aguas se tratarán en origen y se canalizarán a un emisario que las liberará en el mar

Fue la manzana de la discordia entre ambas administraciones. El Principado se negaba a hacerse cargo de su explotación en base a que el sistema no garantizaba que en momentos puntuales los vertidos a la ría resultaran inevitables, por lo que reclamaba a Confederación autorización para realizarlos y evitar así una posible sanción. Dicho organismo rechazó tal posibilidad, argumentando que la instalación se ajusta al proyecto inicial, redactado en 2007, con el PSOE en los gobiernos de España y de Asturias, y que entonces se anunció que pondría fin a los vertidos a la ría, a la postre su razón de ser. También apelaba a que el convenio firmado en 2008 entre el Principado y el Ministerio recoge que las posibles reposiciones o ampliaciones corren a cuenta de la administración autonómica.

Finalmente, las obras ya en marcha en virtud del referido acuerdo dotarán al sistema de la capacidad necesaria e impedirán por tanto hipotéticos vertidos a la ría.

El colector industrial es la última pieza pendiente de entrar en servicio del complejo entramado que forma la red de saneamiento de la comarca, clave en la recuperación medioambiental que experimenta en los últimos años la ría y su entorno. Son quince kilómetros de tubería más los correspondientes enganches, estaciones de bombeo y demás sistemas complementarios, cuyo fin es recoger los vertidos industriales de ArcelorMittal, Cogersa, DuPont, Fertiberia, Alcoa, Asturiana de Zinc y Saint-Gobain.

En Xagó

Las aguas deberían verterse a partir del próximo año a la ría una vez depuradas en origen. Cuando entre en servicio el colector, las evacuará a mar abierto a través del referido emisario submarino que desemboca a la altura de la playa de Xagó, a un kilómetro y medio mar adentro de su vertical. Es el eslabón final del sistema, su desagüe, una conducción de unos tres kilómetros y medio de longitud que, tras una inversión de dieciocho millones de euros, ya canaliza la totalidad o al menos una parte de las aguas negras y pluviales de los colectores que integran la red de saneamiento doméstico de la comarca previo tratamiento en la depuradora de Maqua. Cabe precisar que por dicha instalación no pasarán las aguas industriales dado que se verterán al colector ya tratadas por las empresas que las generan, sino que entrarán directamente al emisario, mezclándose con las negras y pluviales en un punto próximo a la depuradora.

Con una inversión de once millones de euros, las obras del colector concluyeron en 2011 y los problemas no tardaron en aflorar. Primero los administrativos, en forma de demoras a la hora de autorizar al Principado a ejecutar las pruebas, y acto seguido los técnicos. Cuando finalmente comenzaron las pruebas, ya en 2014, se comprobó que los equipos de bombeo carecían de suministro eléctrico, 'olvido' que lógicamente impedía que el sistema funcionase.

No fue el único contratiempo. Una vez Confederación completó la instalación que dota al sistema de electricidad y se reanudaron las pruebas se produjeron roturas en el colector, por lo que volvieron a interrumpirse. Tras un nuevo período de espera la empresa pública Tragsa inició las reparaciones necesarias, consistentes, según Confederación, en «mejoras funcionales, reposición y modernización de equipos que debido al paso del tiempo han sufrido el correspondiente menoscabo» y en su «adaptación a la nueva normativa de aplicación».

En octubre del año pasado, una vez finalizadas dichas actuaciones, Confederación procedió de nuevo a llenar el colector con el fin de testar su capacidad antes de traspasar su gestión al Principado. Fue entonces cuando surgieron los desencuentros anteriormente referidos, resueltos con el acuerdo señalado.

Queda esperar que las obras concluyan en el plazo marcado, que las pruebas sean satisfactorias y que el Principado proceda a su explotación. A partir de entonces la ría se verá libre de toneladas diarias de aguas industriales depuradas que finalmente quedarán a merced de las corrientes a la altura de la playa de Xagó.

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