La reducción de la venta de fertilizantes y zinc rebaja la cifra de exportaciones de la comarca

La fuerza de la venta al exterior en Avilés se centra en sus empresas productoras de materias, y cambios en la demanda y en los mercados por el contexto internacional se arrastran a la actividad de comercio fuera de España que reflejan las estadísticas. Un claro ejemplo es que si en 2022 las exportaciones de las empresas productoras de zinc y sus manufacturas, y las de fertilizantes (Asturiana de Zinc y Fertiberia, fundamentalmente) habían hecho crecer el valor de la exportación que pasó entonces por la Aduana de Avilés, un año más tarde, el pasado 2023, su actividad causó el efecto contrario.

Según los datos aportados por el servicio de Aduanas de la Agencia Tributaria en Avilés, el año pasado se gestionaron 9.398 partidas de venta en el exterior, prácticamente las mismas que en 2022, pero con un peso menor, fueron 94.715 toneladas menos, se pasaron de 832.312 a 737.597 toneladas. Y su valor se quedó en 655 millones de euros, 135 menos que un año antes.

Y de esos datos negativos tiene gran parte de culpa que el zinc pasó a casi 62.000 toneladas, 46.825 menos que un año antes, y además también cayó su precio estadístico, de 3.051 euros/tonelada en 2022 a 2.530 el año pasado. Y los fertilizantes también contribuyeron a la bajada de las exportaciones con 95.525 toneladas destinadas al comercio exterior frente a 115.684 y el valor fue de 27,5 millones cuando un año antes se superaron los 65.

Esta reducción no evita que estos dos productos sigan estando entre los que lideran las exportaciones de la comarca, aunque hayan bajado algunos puestos en el ranking que elabora el servicio de Aduanas de la Agencia Tributaria en Avilés ,

Los productos químicos inorgánicos, como puede ser por ejemplo el amoniaco de Fertiberia, lideró la actividad exportadora de la comarca el año pasado con un crecimiento muy importante, ya que pasó de las 153.436 toneladas movidas en 2022 a las 240.142 del pasado año. No obstante, su valor fue notablemente inferior, no llegó a los 10 millones frente a los 16 alcanzados en 2022 con mucha menos cantidad vendida.

Sal, azufre, piedras o cemento ocupan el segundo puesto en cuanto a la actividad con 125.715 toneladas exportadas por tierra, mar y aire desde Avilés. Cinco millones menos de toneladas se exportaron de combustibles minerales, entre los que se encuentra, por ejemplo, el cok. Y en cantidad comercializada fuera le siguen en la lista como cuarto y quinto los fertilizantes y el zinc, en este orden.

La suma de toneladas exportadas de acero y hierro y de artículos de estos materiales arrojó un resultado inferior a la de un año antes. Fueron casi 49.000 toneladas frente a 63.000, pero el alto valor alcanzado por los artículos que superaron los 120 millones de euros, a los que habría que sumar el de los propios materiales, 16 millones, están muy por encima del de 2022 que fue de 91 millones de euros.

También destaca en las primeras posiciones la venta al extranjero de piezas de reactores nucleares, calderas, máquinas y aparatos mecánicos, que reportaron 60,4 millones de euros de valor, veinte más que en 2022 con sólo 800 toneladas más.

Y resulta llamativo el crecimiento en las exportaciones registrado por Aduanas el año pasado en la comarca avilesina del apartado de beverages, spirits and vinegar (bebidas alcohólicas, licores y vinagres). De 114 toneladas se pasó a 13.671 y su valor alcanzó casi los 5,7 millones cuando un año antes se había quedado en 967.000 euros.

Los vehículos que se vendieron a otros países a través de la aduana avilesina también crecieron de forma espectacular, aunque las cifras no son muy altas. En 2022 fueron 208 toneladas y el año pasado llegaron a las 1.304. Como es lógico los productos acabados tienen un mayor valor añadido que los materiales o subproductos de las fábricas multinacionales de la comarca, así, los vehículos vendidos en el exterior que salieron de la comarca avilesina se tasaron en 60,4 millones de euros en la aduana, un año antes habían sido poco menos de 14 millones el valor establecido.

La balanza comercial de Avilés fue el año pasado negativa. Ya que el servicio de Aduanas registró 1.418.460 toneladas llegadas a la comarca desde otros países y, como ya se había señalado, las exportaciones fueron 737.597 toneladas. Y en cuanto al valor, las importaciones sumaron 980.485 euros y el de las exportaciones fueron 654.457. Hay que recordar que este servicio controla además del puerto y la carretera, el aeropuerto de Asturias s.

Casi la mitad del material que llegó a la comarca por alguno de estos sistemas de comunicación el año pasado procedente de otros países fue minerales, escorias y cenizas. En 128 partidas se importaron 613.380 toneladas y su valor fue de casi 600 millones de euros. Y la estadística de importaciones la completan prácticamente otras dos actividades que son los combustibles minerales y el hierro y el acero. De los primeros llegaron 375.728 toneladas y de los segundos fueron 178.605.

También llegaron 78.000 toneladas de sal, azufre, tierras y piedras, material de enlucido, cal y cemento; y casi 72.000 de productos químicos orgánicos. Los cereales con casi 47.000 toneladas y las casi 20.300 de fertilizantes y 18,150 de aluminio y sus manufacturas, cierran la radiografía de lo que se importa en la comarca.

El resto tiene en muchos casos cifras en kilos con menos de una decena de partidas contabilizadas por la aduana y son prendas de vestir, telas, juguetes, calzado, aceites , libros o animales vivos hasta completar las 95 materias distintas que registra la aduana de la comarca de Avilés.