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José Fernández 'Ferrador' posa con uno de sus muchos trofeos. Armando Benítez y Granda en los Campeonatos de Asturias de 1942. Alberto Hernández, a la izquierda, primer secretario tras su reaparición. FOTOLERA RAMÓN GAGO
El resurgimiento de la Atlética Avilesina

El resurgimiento de la Atlética Avilesina

Tras la guerra, el club local sufrió un periodo de siete años sin utilizar su nombre

ALBERTO RENDUELES

Sábado, 11 de julio 2020, 01:15

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La Guerra Civil española supuso un parón en todas las actividades y la deportiva no fue una excepción. Concluidas las batallas en Asturias comenzaron a desarrollarse algunos encuentros amistosos y cierta reorganización de clubes, pero la Asociación Atlética Avilesina tuvo que pasar casi una década semioculta o integrada en otras entidades que surgirían con el nuevo régimen. Educación y Descanso, dependiente de la Organización Sindical Española o Sindicato Vertical, tomó inicialmente su relevo, si bien durante los primeros años 40 del pasado siglo llegó a compartir el nombre con la Atlética. En cambio, a mediados esa década ya estuvieron integrados en otra nueva entidad, el Club de Mar, hasta que a finales de 1948 se producía la ansiada noticia del regreso a la actividad de la carismática entidad polideportiva.

Fue el atletismo quien primero aglutinó los esfuerzos de los jóvenes de la villa, quienes se estrenaron con la nueva Asociación Atlética Avilesina Educación y Descanso en el Cross de Navidad disputado en nuestra localidad el 22 de diciembre de 1940, con la participación de catorce atletas. Tal como había sucedido en la primera edición de 1935 se volvió a imponer el joven de Tabaza Luis Núñez, por delante de José Fernández y de un nutrido grupo de rivales de Gijón y La Felguera. El campeón ganó con un tiempo de 12 minutos y 52 segundos sobre una distancia de 3.900 metros. Por equipos se impuso también la Atlética, igualada a puntos con el Club Atlético Gijonés Educación y Descanso, pero el triunfo se decidió por el hecho de tener en sus filas a los dos primeros clasificados.

El segundo título de Luis Núñez en el Cross de Navidad se vería continuado también en las ediciones de los años 1941 y 1944. Precisamente este competidor y una nueva promesa local como era Jovino González tomarían parte en el XXII Campeonato de España de campo a través que tuvo lugar el 24 de marzo de 1940 en el estadio Buenavista de Oviedo, con circuito incluido hasta La Argañosa y carretera de los monumentos. Ambos se midieron a los mejores 58 atletas de España y realizaron un gran papel, ya que Jovino logró cruzar la meta en quinta posición y Núñez, séptimo, y ambos a menos de un minuto de diferencia del campeón, el catalán Francisco Camí. También participarían, con menor fortuna, los avilesinos Espolita y Alfonso Vallina. Este último llegaba a la prueba después de haber obtenido el tercer puesto una semana antes en los campeonatos de Asturias, en el que Núñez fue segundo.

Vallina se tomaría la revancha en el Campeonato de Asturias de campo a través de 1941, disputado el 19 de marzo, también en Oviedo. Su primer puesto corroboró un dominio total de la Atlética, ya que sus compañeros Luis Núñez y José Fernández le acompañaron en el podio final, como segundo y tercer clasificados, respectivamente. Los tres fueron convocados por la selección asturiana, que compitió cuatro días después en los campeonatos nacionales de Zaragoza, pero sin suerte por el esfuerzo del viaje y tan pocos días de margen. En cambio, José Fernández había saboreado un mes antes en Madrid el éxito de su tercer puesto en el Campeonato de España de campo a través universitario.

El 21 de diciembre de 1941 se celebraría en Avilés la tercera edición del Cross de Navidad, con nuevo triunfo de Luis Núñez, que dominó la prueba de principio a fin. Siete días más tarde, los avilesinos participaron en el Cross del Turrón de Gijón por un circuito ubicado en la zona del Náutico, que tenía como peculiaridad la disputa bajo la modalidad de relevos 4 por mil metros. El equipo estuvo compuesto por Armando Benítez, José Menéndez, Laudelino Fernández y Eustaquio Fernández, quienes lograron un meritorio segundo puesto.

La última competición disputada con el nombre Atlética Avilesina Educación y Descanso coincidió con el Campeonato de Asturias de campo a través celebrado en 1942 en Gijón, sobre 10.000 metros. El triunfo fue para el avilesino Alfonso Vallina, seguido de Luis Núñez y José Fernández, que sumaron también la victoria por equipos, por delante del Atlético Gijonés y Policía Local Armada de Oviedo. Los tres atletas, junto con Eustaquio Fernández, serían seleccionados por la Federación Asturiana para participar ese año en los campeonatos de España, lo que muestra el gran nivel de los corredores de la villa.

Nueva directiva

Educación y Descanso y Club de Mar tomaron el relevo de la Atlética Avilesina hasta finales del año 1948, si bien sus integrantes se sentían miembros de esta entidad y soñaban con su recuperación.

La buena noticia se plasmaría en el diario LA VOZ DE AVILÉS de 24 de diciembre de 1948: «La Atlética Avilesina vuelve a la actividad». Y la información recogía el hecho de que la Federación Asturiana de Atletismo había recibido la lista de componentes de la nueva directiva que iba a retomar las riendas de la sociedad tras una década semioculta. Este nuevo grupo de entusiastas de la entidad deportiva estaba compuesto por Cayetano Prada Aranda (presidente); Luis Hernández García (vicepresidente), Alberto Hernández García (secretario), Armando Benítez Fernández (tesorero); Gabino García (asesor médico); Ramón Granda Alonso (asesor técnico); José Tamargo Miranda, Enrique Fernández Llorián, José Antonio Cueto Prada, Herminio Pérez Fuentes, Fernando Castro Cardús, Juan Menéndez Díaz, José Vázquez García, José Fernández Díaz, Manuel Alvarez Llames y José María García.

El interés era tan entre los antiguos directivos y los nuevos atletas que incluso alguno de ellos formaron parte de esa junta, como eran los casos de Armando Benítez o Manolo Llames. El resto ya lo había hecho desde su fundación como Ramón Granda o habían participado activamente como directivos y técnicos, en los que sobresalía la presencia de hombre como José Tamargo, el médico Gabino García -padre de Gobaín García- o los hermanos Luis y Alberto Hernández.

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