Ayuntamiento y Principado, con Mariví Monteserín y Nieves Roqueñí a la cabeza, se reunieron ayer en Madrid con el presidente de Sepides, Antonio Cervera y su equipo. IÑAKI GIL

Sepides fija un plazo de cuatro años para empezar a vender el suelo de baterías

El cese de la actividad empresarial libera más de 400.000 metros cuadrados para ampliar el PEPA

FERNANDO DEL BUSTO

MADRID.

Miércoles, 2 de octubre 2019, 00:56

La inmobiliaria estatal Sepides podría iniciar en el plazo de cuatro años la venta de las primeras parcelas de los suelos excedentes de baterías de cok, en la primera gran ampliación del Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) desde la reurbanización de la antigua cabecera siderúrgica. Así lo declaró ayer en Madrid la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, después de una reunión de trabajo con representantes del Principado, encabezados por la viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, y Sepides, donde su presidente, Antonio Cervera, lideraba el equipo.

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De la reunión se transmite una buena sintonía entre las dos administraciones y la voluntad de encarrilar una actuación que se sabe compleja y, al tiempo «muy importante para Asturias», según destacó Nieves Roqueñí. Monteserín destacó la importancia de estos encuentros para «ir fijando plazos que sean viables y razonables, no anunciar quimeras».

De momento, la inmobiliaria estatal ha iniciado la tramitación de un concurso para adjudicar la elaboración de los proyectos de desmantelamiento, demolición y descontaminación de los suelos, según anunció ayer la alcaldesa de Avilés, recordando «el impulso del actual gobierno» a la reurbanización de los suelos excedentes de baterías de cok.

El Principado afirma que la descontaminación tendrá un gran impacto en el empleo en la zona

De momento, el compromiso firmado entre Sepides y ArcelorMittal es que a finales de diciembre la instalación industrial se encuentre totalmente inerte y se pueda trabajar en ella con seguridad. No obstante, la empresa siderúrgica se compromete a asesorar en todo lo necesario para culminar el achatarramiento de las baterías.

Monteserín explicó que la interinidad del gobierno no frenaba que la empresa estatal avanzase en las contrataciones, además de que tampoco impedía que se fuesen realizando trabajos de coordinación entre las tres administraciones.

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Al ser una empresa, Sepides cuenta con un margen de actuación y puede iniciar licitaciones y contrataciones. La interinidad repercute en aspectos más políticos, como los diseños urbanísticos y propuestas que afecten a patrimonio público, como es el caso del suelo. En ese ámbito, la colaboración y coordinación siempre permite ir ganando tiempo.

La viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, aseguró ayer al término de la reunión que «estamos en una fase inicial y es muy pronto para hablar de cifras. El proyecto aún está sin evaluar y hay que conocer las infraestructuras necesarias. Existen muchas incertidumbres para despejar». De hecho, tan sólo se habló de cuatro años como un marco general, sin llegar a concretar los plazos de cada fase, ya que, en la actualidad, resulta muy aventurado.

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La alcaldesa recordó la importancia de baterías de cok en la configuración del pasado industrial de Avilés y, por ese motivo, apuntó a que podían ser claves para «mirar el futuro de una ciudad que quiere seguir siendo industrial, pero con un nuevo tipo de empresas: tecnológicas, de robótica, del Big Data, de impresión 3D». Roqueñí, destacó la importancia del proyecto que llegó a definir como «PEPA-2».

Además de los 400.000 metros cuadrados que se liberarán, el desmantelamiento de baterías permitirá retirar la red de tuberías y liberará diferentes servidumbres que existen en la actualidad. Este terreno liberado se encuentra al margen del espacio que ha reservado Química del Nalón para ubicar su centro de I+D, además de la empresa Deganta Aguas que reutilizará la planta de depuración de aguas amoniacales de las baterías de cok, actualmente existente.

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Roqueñí reclamó prudencia ante el proyecto por la «complejidad medio ambiental» en la descontaminación, recordando que el interés del Principado es que se «haga bien y con las máximas garantías para el medio ambiente».

No se puede olvidar que en la descontaminación de un terreno se tiene en cuenta tanto la actividad futura del suelo como la fuente de los contaminantes. En este sentido, lo normal es que exista una alta presencia de hidrocarburos y productos derivados por la actividad industrial de los últimos 63 años, lo que condicionará una compleja intervención. En este sentido, Roqueñí destacó ayer que «ahora estamos empezando a conocer la magnitud del problema que enfrentamos».

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Desde el Principado se destacó que, una vez que se conozca las características técnicas de la intervención, ésta se diseñará «para que sea viable ambientalmente». En la reunión de ayer se elogió el compromiso de Sepides para que la futura actuación en los terrenos excedentes sea «innovadora y sostenible. Esto será lo que convierta al Parque Empresarial Principado de Asturias 2 en un espacio estratégico e innovador desde el punto de vista de la sostenibilidad», aseguró Roqueñí ayer en Madrid.

La viceconsejera avanzó que los trabajos de descontaminación y reurbanización de las baterías de cok se alargará durante «varios años». Por esa razón augura «un gran impacto en el empleo de la zona durante este tiempo porque será un proyecto importante».

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Sepides lleva tiempo planificando la reurbanización de baterías de cok una vez que cesase su actividad. Fue el único espacio de la cabecera siderúrgica que se salvó de la demolición cuando se urbanizó el Parque Empresarial Principado de Asturias, condicionando parcelas próximas por las servidumbres de diferentes tuberías y líneas de suministro.

El primer gran acuerdo para el futuro de la parcela se firmó entre Sepides, ArcelorMittal y Química del Nalón el pasado verano. En él, ArcelorMittal se comprometía a dejar la instalación industrialmente totalmente inerte y en condiciones de seguridad para poder achatarrarla. Además, la siderúrgica se comprometía a colaborar con todos su conocimientos y experiencia en los trabajos de descontaminación que serán de gran complejidad, como vienen anunciando todo el mundo.

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Por su parte Sepides asumía los costes de descontaminación y se comprometía a conservar la planta de depuración de aguas amoniacales, necesaria para que Química del Nalón mantuviese su actividad en Trubia. La llegada de la quimiquera también se traduce en la instalación de su división de I+D y la constitución de una nueva compañía, Deganta Aguas, que gestionará aguas industriales. Química del Nalón ya ha comenzado a realizar acopios de materiales para iniciar las obras de construcción de sus nuevas instalaciones.

Así, por ejemplo, la depuradora dejará de estar al aire libre como en la actualidad y pasará a estar cubierta. La sede de las nuevas empresas serán edificios singulares, ya que desde el Ayuntamiento se ha explicado la necesidad de cuidar la estética de un espacio industrial que se encuentra al lado de un paseo urbano usado por miles avilesinos. De esa manera se avanzará en un nuevo diálogo entre industria y sociedad en Avilés.

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La reurbanización también representará una oportunidad para relanzar la actividad en esa parte del Parque Empresarial Principado de Asturias, donde se ha aprobado la conservación del antiguo edificio de telefónica de Ensidesa, pendiente de fijar sus usos. Sin lugar a dudas, las calles más próximas a las baterías verán como mejora su atractivo para la llegada de actividad industrial.

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