El sindicato CSI alerta a los grupos municipales de «la pérdida de empleo en baterías»

La Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) alertó ayer a los grupos políticos del Ayuntamiento de Avilés de la pérdida de empleo por el cierre de las baterías de cok de Avilés y la apertura de las nuevas instalaciones en Gijón y que, con los datos facilitados por la propia dirección, alcanza «al centenar de trabajadores» en la plantilla de la multinacional siderúrgica y sin conocer la repercusión en el sector auxiliar.

Además, desde el sindicato se reclamó la apertura del debate sobre el futuro del suelo liberado, solicitando que la compañía asumiese su compromiso con la descontaminación de los suelos. Desde CSI, se argumentó la necesidad de dedicar el suelo liberado a la industria pesada «para compensar la pérdida de puestos de trabajo», aseguró Manu Folgar, delegado de CSI en ArcelorMittal e integrante del comité de empresa.

Folgar realizó ayer estas declaraciones después de una reunión en el Ayuntamiento de Avilés en la que invitó a toda la corporación. Tan solo el PSOE no acudió a la convocatoria en la que participaron representantes de Partido Popular, Somos, Izquierda Unida, Ciudadanos y Ganemos.

Folgar recordó como las actuales baterías en Avilés generan medio millar de puestos de trabajo. Unos 350 se encuentran en plantilla de ArcelorMittal y los 150 en subcontratas. La previsión de la multinacional es que las nuevas instalaciones de Gijón cuenten con 230 trabajadores de ArcelorMittal y un centenar en las contratas.

«La previsión de la dirección es que el ajuste en ArcelorMittal se haga de manera no traumática. Es decir, mediante traslados y jubilaciones. Pero de esa manera, puestos que podrían ser ocupados por jóvenes serán para personas que ya están en activo, con lo que se perderá la oportunidad de nuevas incorporaciones a la empresa», aseguró Manu Folgar. La opinión de CSI es que este ajuste retrasará en un margen de dos o tres años las nuevas incorporaciones a ArcelorMittal. «Es una mala noticia en una región como Asturias, que necesita empleo para los jóvenes», afirmó.

A ello se une la necesidad de ir clarificando el futuro de la parcela de baterías de cok. Aunque desde CSI se duda del calendario de la dirección que fija para diciembre de 2019 el cese de la actividad, el sindicato afirma que «tenemos que ir pensando ya el uso de los suelos y definir quien financiará la descontaminación». El sindicato dejó claro su apoyo al cese de la actividad y la construcción de nuevas baterías ya que «las instalaciones de Avilés se encuentran obsoletas y son contaminantes».

Folgar reclamó que la actividad sea para «uso industrial» como manera de compensar la destrucción de puestos de trabajo con el cierre de baterías. A partir de ahí, considera que ArcelorMittal «tiene una responsabilidad con la actividad que ha venido desarrollando y debería asumir parte de la descontaminación». Desde el sindicato, también se reclamó que la multinacional invierta en nuevas instalaciones productivas en la región por «su responsabilidad con Asturias y Avilés».