«El sistema sanitario no está preparado para prevenir la discapacidad en los mayores»

La geriatría está cambiando. Al menos así lo defiende el profesor Leocadio Rodríguez Mañas, del Hospital Universitario de Getafe y uno de los tres directores del curso sobre Nutrición y Envejecimiento que hoy se clausura en el hotel Palacio de Avilés dentro de la nueva edición de los cursos de La Granda.

El prestigioso gerontólogo recuerda que «cuando yo me formé, ponían hincapié en salvar vidas y ahora yo enseño a conservar la calidad de vida. Cuando tus pacientes tienen una determinada edad, es tan importante su calidad de vida como la vida en sí».

El nuevo modelo parte de que «el viejo sano no existe». Así, el profesor Mañas recuerda tres datos sobre los mayores de 65 años: el 70% padece artrosis; más del 60% sufre hipertensión y un 25% diabetes. De esta manera se plantea un nuevo modelo de abordar la geriatría: «uno puede tener las enfermedades, pero también puede hacer lo que quiere. El cambio de paradigma es brutal. En la consulta preguntamos qué le gustaría hacer y, si hay algo que deja de hacer, tenemos que empezar a buscar los motivos».

La nueva forma de trabajar genera más adhesiones en los geriatras que, a su vez, contagian a otros especialistas esa mirada sobre la persona mayor. Con todo, ese nuevo modelo choca con la actual organización de una asistencia sanitaria que «no está pensada para prevenir la discapacidad en los mayores».

Y es que el 85% de las causas que pronostican el riesgo de muerte se deben a la edad y el sexo de los pacientes, factores que los médicos no pueden alterar. De hecho, la Organización Mundial de la Salud, ha propuesto un modelo de atención integral a las personas mayores (ICOPE, por sus siglas en inglés), donde se marcan una serie de parámetros que indican el inicio precoz de una discapacidad y que deben motivar una rápida respuesta de los profesionales asegura Mañas.

No sólo eso, Leocadio Rodríguez alertó sobre los efectos perversos generados en el sistema de salud en las personas mayores a pesar de que, inicialmente, se habían diseñado con una intención totalmente diferente. Es la llamada iatrogenia que cada vez preocupa más al personal sanitario.

Pero la falta de respuesta no se encuentra sólo en el sistema sanitario. Ayer, el profesor Mañas lamentaba que desde el Ayuntamiento de Avilés no se hubiese dado una mayor divulgación entre los grupos de atención a las personas mayores del concejo. «Hemos procurado un seminario muy práctico y accesible, donde los profesionales puedan compartir sus experiencias, pero también que el público aprenda», apuntó.

Y es que la formación, la adquisición de hábitos saludables es fundamental en la evolución de la persona. «Existen tres condicionantes fundamentales en nuestro envejecimiento: la genética, donde no podemos intervenir, pero que sólo es responsable del entre el 20-25%; las enfermedades, sobre todo las crónicas, y los estilos de vida. Tienen un mayor peso y ahí podemos intervenir activamente», apuntó.

Las formas de intervenir activamente y asegurar un envejecimiento saludable han sido buena parte de los contenidos del curso. Desde la nutrición, que ayer por la tarde generó un interesante debate en el que se plantearon ejemplos de dietas saludables, a la necesidad de una actividad física adecuada a la persona. «No se trata de correr una maratón; ir caminando a por el periódico del día es una práctica saludable», aseguró Mañas. Todo ello contribuye a un envejecimiento saludable.