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Los alumnos posan con un paraguas con sensores de colores. MARIETA
Tecnología y solidaridad contra la pandemia

Tecnología y solidaridad contra la pandemia

Ocho alumnos del colegio salesiano Santo Ángel reciben el Premio Impulso TIC por sus proyectos para combatir los efectos del virus

BORJA PINO

AVILÉS.

Lunes, 16 de noviembre 2020, 01:04

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Dicen las buenas lenguas que, antes o después, todo esfuerzo tiene premio. Sobre todo, cuando está orientado a un fin positivo. Y los alumnos de Bachillerato del colegio Santo Ángel participantes en el programa científico-tecnológico STEAM lo han podido constatar. Cuatro de sus trabajos, realizados desde el inicio de la pandemia y pensados para facilitar la convivencia con el coronavirus, les han hecho merecedores de uno de los tres Premios Impulso TIC, del que se les hará entrega el próximo día 20.

Las líneas de trabajo que durante estos meses han seguido Eva Tarrasco, Víctor López, Andrea de la Vega, Adrián Martís, Daniel Gewehr, Alejandro Menéndez, Jose Antonio Álvarez y Coral izquierdo, coordinados por la profesora Sara Isabel García Barón, han convergido en un objetivo común: crear objetos útiles para la vida cotidiana en el centro. «Teníamos algunas ideas el año pasado; entonces llegó la covid, y se nos ocurrió diseñar cosas que pudiesen ayudar», explica Álvarez, portavoz del grupo.

El resultado son cuatro equipamientos totalmente funcionales, muy pronto operativos en el colegio. El más vistoso es un panel interactivo, dotado de 24 pulsadores hechos con tinta conductiva; al accionar cualquiera de ellos, se proyectan audiovisualmente cada uno de los síntomas del virus, y recomendaciones para prevenir su transmisión.

En una línea similar se mueve el segundo proyecto, una gramola táctil pensada para posibilitar que, «ya que los niños de Infantil no pueden tocarse en el recreo, bailen juntos; pulsan los botones de tinta conductiva, y se reproduce una lista de canciones, sin tener que recurrir al clásico ordenador», resume Álvarez.

También para sus compañeros, especialmente para aquellos que padecen alguna forma de discapacidad, está orientado el tercer trabajo premiado, un paraguas equipado con sensores de colores, que reaccionar en función del color ambiental que detecten. «La luz y el color ayudan a la concentración de niños con ciertos trastornos; nos pareció una forma original de ayudarles».

El cuarto trabajo premiado, la elaboración de 30 pantallas protectoras mediante las impresoras 3D de que dispone el aula tecnológica, se desarrolló en los meses más duros de la crisis. «Desde CoronaMakers nos enviaron el diseño; nosotros lo adaptamos a nuestros equipos y el director, que vive aquí, las imprimió».

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